Yo también he caminado por ese
sendero.
Yo también me he sentido solo.
Yo sé lo que es llorar.
Yo sé lo que es sufrir.
Yo sé lo que es perderlo todo,
hasta las
esperanzas.
Pero también sé lo que es vivir,
también sé lo que es
reir,
también sé lo que es amar.
¿Qué cómo?
Era una
noche,
una noche más oscura que cualquier otra noche,
mis lágrimas rodaban
por mis mejillas
cuando oí una voz que me preguntó:
"¿Por qué lloras?"
Y yo al mirarlo y él
al verme,
ví de sus ojos que brotaban lágrimas
pero no eran lágrimas
naturales,
eran lágrimas de sangre,
en donde yo podía ver lo que me estaba
pasando.
Y le pregunté: "¿Por qué lloras?".
Y él me
respondió:
"Yo he visto tus lágrimas y he oído tu clamor,
pero esas
lágrimas yo las dí en la cruz por ti,
y éstas son las que han abierto caminos
en el desierto,
y ríos en la soledad".