Después de romper con su iglesia de largo tiempo después de que unos pastores ofrecieron controvertidos sermones en ella, el precandidato demócrata a la Casa Blanca Barack Obama fue a una nueva iglesia el domingo para hablar acerca de la paternidad.

Obama, acompañado de su esposa Michelle y sus hijas Sasha y Malia, asistió al servicio religioso del Día del Padre cerca de su hogar en la Iglesia Apostólica de Dios, una gran iglesia predominantemente negra en el área de South Side en Chicago.

Esta fue la primera vez que Obama asiste a un servicio religioso desde que anunció el mes pasado que había renunciado a la Iglesia Unida de la Trinidad de Cristo, a la que asistió por 16 años, mientras buscaba calmar la preocupación respecto a los comentarios que realizaron pastores en ella.

El aspirante a la nominación del Partido Demócrata regresará a la ruta de la campaña el lunes con un viaje a Michigan, un estado clave en su contienda de noviembre con el republicano John McCain.

Obama fue recibido con aplausos al ocupar el escenario de la iglesia donde se ubicaba un gran coro. Después de estrechar la mano de los ministros, Obama se dio la vuelta y siguió el ritmo del coro con las palmas mientras una banda de instrumentos de viento los guiaba en una canción.

En su discurso de 30 minutos, Obama habló sobre las luchas particulares de los afroamericanos y destacó que más de la mitad de todos los niños negros viven en hogares con uno solo de sus progenitores.

“Me he dado cuenta de que la vida no significa mucho a menos que estés dispuesto a hacer tu pequeña parte por dejar a nuestros hijos, todos nuestros hijos, un mundo mejor,” expresó Obama.

“Aún si ésto es difícil. Aún si el trabajo parece grande. Aún si no llegamos muy lejos durante nuestra vida. Esa será nuestra responsabilidad como padres,” agregó.