La vida es un regalo que te hacen sin preguntar, es un camino minado de pruebas que debes superar, con paciencia y perseverancia, caminando hacia un final incierto... La vida te presenta a tus sueños y a tus ilusiones, y luego intenta ponerte la zancadilla cuantas veces sea necesario hasta que aprendes a saltar. Al principio te caes y aprendes a levantarte golpe tras golpe, cada vez te levantas más rápidamente, hasta que finalmente aprendes a mantenerte en pié pase lo que pase. Ese es el precio para llegar a la meta; luchar, aprender y continuar. Solo así merecerás lo que espera detrás. La vida hace que se crucen en tu vida infinidad de personas, para bien y para mal... Con el tiempo aprendes a distinguir a la gente que realmente vale la pena. La gente que necesitas a tu lado en ese largo trayecto. Muchos quedan por el camino, a otros los abandonas a su suerte... La vida te enseña a eliminar de tu vida todas las cosas nocivas, incluso a personas que has admirado y que has creído amigos. Y sin dolor alguno sigues tu camino. La vida te enseña que es necesario escuchar para ser escuchado, ayudar para ser ayudado y querer para ser querido. Te enseña lo que pasa con los egoístas y prejuiciosos, con lo avaros y vanidosos. Te hace aprender a golpes lecciones muy importantes. Te enseña a perdonar y a olvidar. Te enseña a querer por encima de todo. La vida te da a elegir como quieres ser, te da libertad para escoger. Es un camino en el que nunca se debe olvidar por dónde se ha empezado, en el que nunca debes abandonar tus principios y en el que a veces hay que tragarse el orgullo y torcer el brazo. En el que a veces hay que ponerse en la piel de los demás para entenderlos, en el que hay que tratar a todo el mundo igual que te gustaría que te tratasen aunque no sea así. Hemos llegado a un punto en que la gente desconfía de los demás por ser buenas personas. Ya no estamos acostumbrados a ser amables ni generosos... Hemos llegado a un punto en que todos piensan que detrás hay intereses... ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? En todo caso ya no hay vuelta atrás, solo seguir adelante pese a todo y gracias a todo. Y sobretodo... escoger bien en este camino para que cuando lleguemos al final podamos mirar atrás y sonreír en vez de llorar porque se termina.

de la red

Mara