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General: BONDAD
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Réponse  Message 1 de 3 de ce thème 
De: LEO-MARI  (message original) Envoyé: 23/11/2012 02:04
Bondad

 

Durante la Guerra Civil, el presidente Abraham Lincoln visitaba a menudo los hospitales para conversar con los soldados heridos.

Una vez los médicos le señalaron a un joven soldado, ya próximo a la muerte, y Lincoln se acercó a su cama.

-¿Puedo hacer algo por usted?- preguntó.

 

Era obvio que el soldado no había reconocido al presidente; haciendo un esfuerzo, pudo susurrar:

-Por favor, ¿me escribiría una carta para mi madre?

 

Alguien le dio lápiz y papel; el presidente comenzó a escribir cuidadosamente lo que el joven lograba dictar:

"Mi queridísima madre: Fui malherido mientras cumplía con mi deber.

Temo que no podré recuperarme.  Por favor, no te aflijas demasiado por mí.

Besa de mi parte a Mary y a John.  Que Dios los bendiga, a tí y a mi padre.

 

Como el soldado estaba demasiado débil para continuar, Lincoln decidió firmar la carta por él y agregó:

"Escrita en nombre de su hijo por Abraham Lincoln".

 

El joven pidió ver la nota y quedó atónito al saber quién la había escrito.

-¿De veras es el presidente?- preguntó.

-Sí, lo soy -replicó Lincoln tranquilamente. Luego quiso saber si había alguna otra cosa que pudiera hacer por él.

-Por favor, ¿quiere darme la mano?- pidió el soldado-.  Eso me ayudará cuando llegue el fin.

 

En la silenciosa habitación, el alto y enjuto presidente tomó la mano del muchacho y pronunció unas cálidas palabra de aliento hasta que llegó la muerte.

 

 

Debes dar tu tiempo al prójimo; aunque sea algo pequeño, haz algo por los demás, algo por lo que no obtengas más recompensa que el privilegio de hacerlo.

 

 

Albert Schweitzer



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Réponse  Message 2 de 3 de ce thème 
De: JuanJ Envoyé: 24/11/2012 00:37
 
 
 

Réponse  Message 3 de 3 de ce thème 
De: vira Envoyé: 24/11/2012 03:36
 
Bondad

Durante la Guerra Civil, el presidente Abraham Lincoln visitaba a menudo los hospitales para conversar con los soldados heridos.

Una vez los médicos le señalaron a un joven soldado, ya próximo a la muerte, y Lincoln se acercó a su cama.

-¿Puedo hacer algo por usted?- preguntó.

Era obvio que el soldado no había reconocido al presidente; haciendo un esfuerzo, pudo susurrar:

-Por favor, ¿me escribiría una carta para mi madre?

Alguien le dio lápiz y papel; el presidente comenzó a escribir cuidadosamente lo que el joven lograba dictar:

"Mi queridísima madre: Fui malherido mientras cumplía con mi deber.

Temo que no podré recuperarme. Por favor, no te aflijas demasiado por mí.

Besa de mi parte a Mary y a John. Que Dios los bendiga, a tí y a mi padre.

Como el soldado estaba demasiado débil para continuar, Lincoln decidió firmar la carta por él y agregó:

"Escrita en nombre de su hijo por Abraham Lincoln".

El joven pidió ver la nota y quedó atónito al saber quién la había escrito.

-¿De veras es el presidente?- preguntó.

-Sí, lo soy -replicó Lincoln tranquilamente. Luego quiso saber si había alguna otra cosa que pudiera hacer por él.

-Por favor, ¿quiere darme la mano?- pidió el soldado-. Eso me ayudará cuando llegue el fin.

En la silenciosa habitación, el alto y enjuto presidente tomó la mano del muchacho y pronunció unas cálidas palabra de aliento hasta que llegó la muerte.

Debes dar tu tiempo al prójimo; aunque sea algo pequeño, haz algo por los demás, algo por lo que no obtengas más recompensa que el privilegio de hacerlo.

Albert Schweitzer



 
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