| Pensamiento del lunes 26 de diciembre de 2011.
 "La vida espiritual es parecida a una tierra en la cual debéis
 enterraros para crecer. Hasta entonces, os pareceréis a una
 semilla que permanece en el granero. En este granero,
 evidentemente, está tranquila, no sufre por la lluvia, ni el
 viento, ni el granizo, pero pronto enmohecerá o será roída por
 los ratones, lo que es mucho peor. Mientras que la semilla
 plantada en tierra, por su parte, debe sufrir las inclemencias,
 pero brota, da frutos, es útil.
 Cuando seguís una vida espiritual, no estáis protegidos:
 debéis enfrentaros con el viento y las tempestades, pero
 también encontraréis condiciones que os permitirán crecer y
 dar frutos a la humanidad. ¿No es preferible verse expuesto a
 las intemperies y crecer, que ser comido por los ratones y el
 moho? Con la vida espiritual, es verdad, deberéis sufrir pruebas
 que una existencia puramente materialista os hubiera evitado,
 pero que esto no os inquiete: seguid avanzando por este camino
 que os conduce hacia el mundo divino."
 
 Omraam Mikhaël Aïvanhov
 
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