[ASD] Kyansaa no Desumasuku - Je! es que realmente, lo traidor se lleva en la sangre! - son las hirientes palabras que cargadas de sarcasmo y arrogancia se escuchan en las colinas del santuario, donde el ambiente pareciera ser perturbado por las fuerzas del más alla, ocasionando que los animales por instinto se alejen del ya mencionado lugar, temiendo por sus vidas...
[ASD] Ogon no Shishi - ¿Uh? - es el leve murmuro que se escapa de los labios de una joven figura que yace sentado sobre una roca... "Este cosmos..." al tiempo que ladea su rostro y enfoca su efusiva mirada con dirección a donde se puede oír esa perturbadora voz, pasando los animales asustado por un costado de el.
[ASD] Kyansaa no Desumasuku mismo lugar del que comienza a emerger de forma paranormal la figura del Santo de Cáncer, Deathmask quien aparece campante acompañado de una burlona sonrisa en su rostro - he recibido la orden de llevarte ante el patriarca - menciona mientras apunta con su dedo índice derecho al joven santo de Leo para entonces adjuntar tras exacerbar la sonrisa en su rostro - quizás si me ruegas piedad pueda interceder por ti para que tu castigo no sea la muerte! –
[ASD] Ogon no Shishi y habiendo detectado efectivamente aquella presencia, el Santo de Leo mantiene su mirar sobre el Santo de Cáncer de quien no pierde ningún detalle, incluso prestando atención a sus palabras... - Largo de aquí - ordena, devolviendo su rostro al frente... - Yo no tengo por qué recibir órdenes de un hombre como él - determina, introduciendo su mano diestra en uno de los bolsillos de su chaqueta...
[ASD] Kyansaa no Desumasuku - ¿eh? ¿acaso crees que estás en una posición de hablar tan arrogantemente? ¡no olvides que compartes sangre con un traidor! - vocifera Deathmask con una notoria molestia conforme se desplaza lentamente hacia su compañero de armas - no tienes el derecho de decir nada! incluso sería mejor si no existieras! - sentencia en un circunstancial arrebato de ira, más sin perder el sadismo y carisma que le caracteriza.
[ASD] Ogon no Shishi y aun cuando obvia lo segundo dicho por Máscara Mortal, lo primero toma una importancia notoria en el joven león que coloca su mano izquierda sobre la roca y va poniéndose de pie... Sin embargo, de manera inexplicable, los cabellos de Aioria se suspenden y abaten violentamente...
[ASD] Kyansaa no Desumasuku - ¿uh? - murmura el santo de cáncer al percatarse de la intención hostil de Aioria, la cual no parece producir preocupación alguna en el - tal parece q tendré q enseñarte algunos modales, ¡mocoso! - exclama segundos antes de arrojarse hacia el Leon dorado, esta vez en un rápido trote mientras su brazo derecho pasa a ser tensionado a la altura de su cintura - ¡Toma esto! - exclama cuando habiendo reducido totalmente la distancia a poco más de unos cuantos pasos, arroja con fuerza su puño dorado hacia el costado derecho del rostro del rebelde.
[ASD] Ogon no Shishi entreviéndose su ojo izquierdo, el cual refleja la ferocidad del hermano menor de Aioros, en medio de alguna hebras de su melena salvaje... y así, moviendo su rostro al lado izquierdo hasta dejar pasar el puñetazo de su contrario, el guerrero libera su puño del bolsillo, el cual se encuentra cargado de destellos eléctricos, para ejecutar un poderoso puñetazo en gancho vertical contra la quijada del dorado...
[ASD] Kyansaa no Desumasuku siendo Deathmask incapaz de evitar el golpe, las facciones de su rostro denotan la temerosidad con la que le recibe, saliendo disparado por los aires a gran velocidad, donde al llegar al punto más alto de su ascenso, realiza una serie de acrobacias que le permiten aterrizar hábilmente sobre el suelo rocoso, para entonces llevar su mano izquierda a la altura de su rostro, limpiando un leve manchón de sangre de las comisuras de sus labios con el revés de su palma - ¡No te lo perdonaré Aioria! ¡Morirás! - proclama con notorio enojo cuando desde cada uno de los poros de su cuerpo, una leve capa de Cosmo-energía se abre paso hasta cubrir por completo cada parte de su cuerpo - ¡A MANOS DE UN SANTO DORADO! -.
[ASD] Ogon no Shishi bajando su brazo inmediatamente hasta lograr apuntar con su índice al insolente cangrejo... - No me interesa lo que digas de mí, Máscara Mortal... ¡¡PERO NO PERMITIRÉ HABLES ASÍ DE MI HERMANO!! - grita encolerizado, emanando desde su cuerpo un centenar de átomos dorados cargados de energía eléctrica que se delinea perfectamente su figura... - ¡¡Ven a mí, león de oro!! - denota con supremacía, doblando un poco su brazo en vertical y empuñando su mano con fuerza, notándose a lo lejos un intenso destello que proviene desde la quinta casa del zodiaco de la cual una cuantas estrellas viajan fugazmente hasta la posición del Athena no Seinto que ahora emite un mayor resplandor que antes...
[ASD] Kyansaa no Desumasuku - ohhhh ¿y qué harás? - cuestiona a modo de burla cuando, realizando un rápido rechazo de sus pies contra el suelo comienza a correr en círculos alrededor a gran velocidad, dando la impresión de dejar su figura con cada paso y como si de una multitud de Deathmasks se tratase - ¡iluso! ¿qué piensas que podrás hacerme sin portar tu armadura dorada? no eres más que un mocoso - se escucha conforme emplea la energía liberada con anterioridad para arrojar una ráfaga de puñetazos los cuales se dirigen sin clemencia hacia distintas partes del cuerpo del hermano del traidor...
[ASD] Ogon no Shishi - ¡¿Pero qué?! - abriendo sus ojos en los cuales se denotan sorpresa, el Santo de Leo antepone sus brazos en "x" frente a sì mismo para recibir todos y cada uno de los golpes, aunque eso no lo cubre de algunos otros que vienen de diferentes direcciones, provocando que este caiga sobre su rodilla izquierda... - ¡Maldición! - exclama enojado, pasando una gota de sudor por su entrecejo y notándose una mancha de sangre que baja desde un costado de sus labios que denota el daño que se encuentra recibiendo por la ofensiva...
[ASD] Kyansaa no Desumasuku - JAJAJAJAJA, no eres más que un mocoso armando berrinches - son las palabras que se escuchan propagarse en el interior de la circunsferencia trazada por el desplazamiento de Deathmask el cual no parece ceder en su cometido - terminaré con esto, ¡Aioria! - exclama en el instante en que todas las imágenes proyectadas del santo de cáncer debido a su gran velocidad comienzan a converger en un solo punto, dejando al descubierto su verdadera ubicación para entonces avalanzarse en línea recta sobre el León dorado a gran velocidad con la intención de plantar un contundente golpe en la boca de su estómago...
[ASD] Ogon no Shishi - ¡Eso no pasa-...! ¡¡Kgh!! - cortándose la vehemencia de Aioria muy abruptamente, instante en el cual sus ojos quedan desorbitados y su boca un poco abierta ante la ofensiva que impacta de lleno en su estómago... - ¡Maldi-... to! - exclama entre-dientes, cayendo sobre sus rodillas al terreno mientras sus manos son llevadas hasta la zona golpeada, frunciendo su rostro al máximo mientras su visión comienza a nublarse... - Me las vas a... Pagar... Máscara... - y así, el Santo de Leo terminar por caer inconsciente al suelo... Sin embargo, aquellas estrellas fugaces que habían salido de Leo ahora se ensamblan en un solo punto, a espaldas de Cáncer, dando la forma de un imponente y majestuoso tótem de un León de Oro, aunque este luce bastante amenazante... como si de un depredador estuviera asechando a su presa...
[ASD] Kyansaa no Desumasuku - no puede ser, ¿ha venido desde el templo de Leo hasta aquí? - se pregunta Deathmask quien se ve abrumado por la aparición del totem de la armadura dorada de Leo la cual pareciera velar por su portador mientras algunas gotas de sudor caen desde su frente... - A quien le importa, no hará alguna diferencia ahora, despues de todo logré cumplir con mi misión... - añade inconclusamente mientras se inclina al suelo levemente para sujetar al joven Aioria por un brazo y de este modo alzarlo hasta colgar la ya mencionada extremidad por encima de su hombro - sin embargo, que molestia tener que llevarlo a rastras hasta el templo del Patriarca, hubiese sido mejor si hubiese accedido a presentarse en primer lugar - culmina así a su intervención con un evidente desgano por finalizar la tarea encomendada, disponiéndose entonces a partir de aquel lugar con lentos y pesados pasos mientras la figura de ambos santos de oro se pierde a la lejanía.
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