Cuando te sientes frustrado, lo que estás sintiendo es tu intenso deseo de hacer que las cosas mejoren. En lugar de luchar contra la frustración, canalízala en una dirección positiva y productiva.

La frustración aparece cuando las cosas no marchan de la manera en que tú querrías que marchasen. Y por ese motivo, constituye un poderoso precursor de la realización.

Cuando te sientes frustrado con las cosas tal como son, abandonar y darte por vencido podría ser tentador. Después de todo, a veces vivir soportando algunas falencias es más fácil que ocuparse de llevar a cabo algunas mejoras.

Pero si decides darte por vencido, estarás dejando pasar una gran oportunidad. En tu frustración yace una energía enorme, y esa energía puede aprovecharse para hacer que las cosas realmente mejoren.

Para acceder a esa energía lleva a cabo acciones enfocadas y bien determinadas, y hazlo con la mayor de las expectativas. Trabaja con la frustración, momento a momento, poquito a poco, y te estarás llevando así hacia el logro que yace al otro lado.

La frustración activa una poderosa energía dentro de ti, que puedes utilizar con un sentido positivo. Siente la frustración, capta y aprovecha su energía y genera el valor que está allí, esperando que seas tú quien le de vida.

— Gabriel Sandler

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