Cuando supe que mentías
Loco de celos corrí sin sentido
Por las desiertas playas del sur
Sin rumbo y desorientado
Penetre en el submundo de las sombras
Mientras las tinieblas del olvido
Iban haciendo su trabajo en mi cerebro
Yo hablaba solo con las rocas
Con las aguas y arenas del mar
Iba dibujando mil carreteras en el cielo
Buscando un lugar para poder morir
Hasta que el cansancio me supo vencer
Quedé dormido como un inocente niño
En los brazos de un imaginario ángel
Que cuidada mi débil respiración
Sus largos cabellos rozaban mi pecho
Eran tan dorados como los rayos del sol
Mis manos se aferraban a las suyas
Y entreabriendo sus labios
Me dijo no te mueras de celos
De sus ojos dejó caer unas lágrimas
No se si solo fue un sueño
O un presagio de mi suerte
Porque desperté apretando
Con las manos mi garganta
Asfixiado y con los ojos desorientados
Nada pude recordar
Ni el porque estaba allí en ese lugar
Creo que volví a nacer
Por algo que debió suceder
No había huellas de mi llegada
Ni por las arenas ni por otro lugar
Es la vida que nos hace jugar
Voluntades y también verdades
Del cual nunca podemos entender
Y aunque queramos saber
Jamás encontraremos esa respuesta
Al cual queremos llegar…

 

Francisco...