Cuando empezaba a trabajar de maestra, ya para exámenes finales, en primero de primaria y en clase de ciencias naturales, como corolario a una clase de zoología, sobre animales domésticos. Pedía explicar las características de un pollito, casi recién nacido, en el gallinero escolar… estábamos rodeados de funcionarios y de la esposa del Sr. Gobernador, así que tenía que fijarme muy bien, a quien solicitarle esa información y… levantó la mano… Sarita!!! (el equivalente de “Pepito” el de los cuentos, por traviesa) a ver Sarita… dinos pues… y dijo muy bien su participación, cuando en eso dice… ahhh y su cuerpecito…. tiene… pelos!!! Ayyyy, uuuuyyyy decía entre mi, trágame tierra… a ver Sarita, ¿cómo es eso? pelos? Con permiso maestra y salió corriendo mmm. menos mal que le dio pena, decía yo cuando en esto, regresa con el dichoso pollito del corral, lo coloca patitas arriba en su manita, se le acerca a la Sra. y mostrándole su pechito, le dice: mira bien… son pelos!!! ...Que cuando crezcan, se harán plumas… pero ahorita… son… pelos!! Y todos prorrumpieron en un gran aplauso dándole la razón a mi tremenda Sarita… Ahhh y tras sudar la gota gorda, me felicitó la Sra. por tener a mano la comprobación… ufff… y yo premié a esta niña con un beso bien tronado, en una mejilla de su sonriente carita… Pasa el tiempo, mas, el suceso perdura…. en mi recuerdo.

MIRYTA

Taller de Lectura y escritura literaria.