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      Tom boggingham vive en 
Ilford, al este de Londres. Encargó unas zapatillas a través de Internet: talla 
13 para su pié derecho y talla 14,5 para el izquierdo. El fabricante, ubicado en 
Hong Kong, no interpretó 
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bien 
el decimal, y le envió una zapatilla talla 1450 o  "XXXXXXXXXXXXXXXXL". En la empresa 
"Monster Slippers" pensaron  que el encargo iba a ser expuesto en un escaparate, 
pero al darse cuenta del error se disculparon. Mide 2,10 x 1,30 x 0,65 metros. 
Al joven le están fabricando ahora una del tamaño solicitado. Para aprovechar la 
situación él piensa subastar en eBay la gigantesca zapatilla.   
 
 Que sí, que el tamaño es 
importante. Una vez más. No sé qué tal irá la empresa de las "Zapatillas 
Monstruosas", pero si envían una zapatilla de dos metros al precio normal no les 
deben cuadrar los números. Si llega a haber encargado un par de botellas de vino 
le envían una barrica, o un camión cisterna.