Como manejar niños indisciplinados

El primer paso para corregir el problema es admitir que nuestros métodos de crianza de los propios hijos, probablemente permitieron a nuestro hijo ser rebelde, pero podemos ayudar a que el niño se comporte adecuadamente.

Establece límites claros y apégate a ellos. Tu hijo tiene que conocer el comportamiento exacto que esperas de él. Los expertos nos dicen que los niños realmente quieren fronteras, y que una vez consolidadas las reglas, la mayoría de los niños las respetan.

Se permiten pocas amenazas, pero hay que cumplirlas. Es fácil advertir a un niño que se va a ir a la cama sin cenar si no limpia su cuarto, pero si luego le das de comer de todas maneras, estás enviando un mensaje: realmente no quieres hacer lo que dices. Si no estás dispuesto a hacer valer la amenaza, simplemente no la digas.

Pasa tiempo con tu hijo. No quieres planificar las actividades para cada minuto del día, sólo lleva al niño contigo cuando vayas a hacer mandados, o que te acompañe en la cocina; esto crea un sentimiento de unión y puede reducir el comportamiento rebelde que deriva de la inseguridad.

Establece castigos razonables que consiguen resultados. Todos los niños son diferentes y un niño puede reaccionar rápidamente si el castigo es duro, mientras que otros reaccionan mejor si el castigo es reducido. Evita las tareas como castigos. Los niños deben entender que hacer las tareas domésticas es parte de vivir en familia.

Premia el buen comportamiento de tu hijo. El refuerzo positivo le da un mensaje fuerte al niño. Los niños que reciben alabanzas por los actos buenos se esfuerzan más para actuar positivamente.

Los niños que se portan mal tienen a menudo demasiado tiempo libre en sus manos. Hasta que tu hijo pueda comportarse de forma adecuada por si mismo, reduce su tiempo libre y llena sus horas con actividades, deportes, hacer mandados, estudio o trabajo.

Visita a un pediatra si crees que el comportamiento indisciplinado de tu hijo se debe a un problema psicológico. Los niños con Trastorno por Déficit de Atención y otras condiciones de comportamiento pueden necesitar cambios en la medicación o la dieta para ayudar a que funcionen de manera responsable.