El Mundo Interno Contra el Mundo Externo

Los sentidos son las raíces de la conciencia material.

El individuo normal está más

inclinado hacia el mundo y lo material

que hacia todo aquello espiritual,

porque las antorchas

de sus sentidos enfocan hacia afuera.

Está usando las cinco antorchas - vista, tacto, oído,

olfato y gusto- en objetos y placeres.

Es por esta razón por la que el

mundo externo parece tan

bello. Nunca se fijan en el mundo interno a no ser

que estas antorchas se concentren en el

interior. Sólo si aprendes a no dejarte llevar

por las acciones de tus sentidos serás capaz de

disfrutar la conciencia espiritual.

Cuando recoges tu mente en tu interior,

comenzarás a percibir que hay cosas más

maravillosas en el mundo interior que en el exterior.

Si piensas que la música del mundo es

bella, encontrarás la del mundo

astral mucho más tentadora.

Del mismo modo que disfrutas la

fresca brisa y la cálida luz del sol y demás sensaciones,

también en el mundo interior

disfrutarás de ellas; tan pronto como interiores

tu conciencia sentirás la agradable percepción

de las fuerzas en los centros espirituales

cerebroespinales de tu cuerpo. Todo aquello

agradable en este mundo no es más que

una basta copia de la radiante grandeza del mundo

astral. Nada material puede compararse a

las maravillosas visiones del mundo interior. La

conciencia espiritual atrae la percepción astral

de la sabiduría y la belleza que hay detrás de

todos los fenómenos materiales.

La belleza de la naturaleza es como una fuente.

Puedes ver la belleza del surtidor, pero

no ves las maravillas que hay dentro de las gotas

. La luz astral y el color que hay detrás de

cada átomo son indescriptiblemente bellos.

En esta fuente de la belleza en al naturaleza, solo

ves la parte externa, no la sutil belleza interna

ni el poder que da esa belleza a la naturaleza.

`Oh Señor, todas las cosas son bellas porque

han tomado esa belleza de Ti. La Luna

sonríe y las estrellas brillan porque

Tú estás en su interior.

Porque Tú eres bello, todo es bello;

sin Ti nada es bello. Infinita belleza,

Tú eres más bello que todo lo

bello que proviene de Ti. Las

maravillas de la naturaleza no son

sino olas de Tu belleza, danzando en Ti,

Oh invisible Espíritu de la belleza'