Fue algo inesperado,
pero que me encantó.
Después de tantos años
encontrarnos por azar
Aquel café mañanero,
y la charla que tuvimos
nos recordaron a ambos
que existe la casualidad
varias charlas, muy sinceras
en las que nos mostramos tal cual
sirvieron para decirnos
que lo podiamos intentar
una historia rota, por no hablar
podia retomarse y lograr
algo que ni concebíamos
algunas semanas atrás.
la alegría compartida,
el deseo que existía
y la experiencia de la edad
nos llevaron hasta el lecho
y tambien, en ese encuentro
pudimos constatar
que lo que tuvimos se mantenía
y lo hicimos cristalizar.
Pero, siempre hay un pero
y no lo pudimos obviar
aunque no se bien cual sería
desapareciste, sin más
No más charlas, sin llamadas
con mensajes por contestar
tal como apareciste, te fuiste
sin dejar ni un zapato de cristal
lo intenté, pero sin éxito
y me tuve que resignar
asi son las cosas, me dije
hay que continuar...
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