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Socio-Política: Julian Farsange y Wikileaks: el “stay behind” de una falsa disidencia
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De: kuki  (Mensaje original) Enviado: 13/10/2013 06:23

Julian Farsange y Wikileaks: el “stay behind” de una falsa disidencia

Reconozco que sentí especial interés y admirada simpatía cuando hace unos años apareció en el “mercado” mediático una nueva herramienta cibernética de presumible agitación y denuncia contra la barbarie del nuevo orden capitalista neocolonial. Un australiano llamado Julian Assange iba, aparentemente, a poner patas arriba los bajos fondos de los gobiernos que promueven las guerras imperiales. Todo un proyecto bienintencionado en origen si no fuera porque con el paso del tiempo a Wikileaks se le ha visto el plumero, perdiendo fuelle y jirones de credibilidad hasta convertirse en un escaparate vacío, devaluado, saturado de chismes y crónica social, cuyo papel ha sido cada vez más disgregador y maniobrero, falsamente fustigador de los abusos que perpetran los poderosos. Wikileaks, desde su irrupción estelar mediática hace unos años, ha filtrado documentos sobre la guerra de Afganistán y otros sobre  la guerra de Irak, así como decenas de miles de cables de bajo perfil acerca del gobierno de EE.UU. La conclusión a día de hoy y después de examinar con lupa esta supuesta apisonadora de “libertad” que ha pretendido poner la verdad en favor de los ciudadanos, es que ningún gobierno o político de relevancia mundial, que haya estado situado en la órbita del imperialismo económico y militar dominante, ha sufrido desprestigio o hecatombe alguna como resultado de esas filtraciones: ya sea Estados Unidos, el Reino Unido, Israel, Francia, Alemania o Gran Bretaña. Pero las intenciones y motivos del amigo Farsange se mostraron pronto de forma y manera explícita (y también sospechosa)  cuando afirmó en el New Yorker que “Nuestros objetivos principales son aquellos regímenes altamente opresivos en China, Rusia y Eurasia Central, pero también esperamos ser de ayuda para aquellos que en Occidente desean revelar el comportamiento ilegal o inmoral en sus propios gobiernos y corporaciones” Lenguaje de conveniencia políticamente correcto y en la dirección de la vieja propaganda “pentagonal”. 

Agentes de la CIA en Wikileaks: disidentes chinos, rusos y tibetanos cocinados al gusto de Langley

Pero…¿quién integra Wikileaks al margen del embaucador Assange? ¿Cuál es su equipo “directivo”? Según el sitio Wikileaks.org. “Wikileaks fue fundado por disidentes chinos. Nuestro grupo de asesores está todavía en formación e incluye representantes de expatriados rusos y comunidades de refugiados tibetanos, periodistas, un antiguo analista de la inteligencia norteamericana y criptógrafos”. Es decir, casi tenemos la flor y nata de la contrainsurgencia cibernética de la CIA en acción (lo que antes serían escuadrones anticomunistas). Sólo echo en falta algún disidente de Corea del Norte, iraní o cubano. Eso sí, no faltan miembros de la secta destructiva tibetana del Dalai Lama ni ese eufemismo candoroso de “extrapatriados rusos” (antes eran disidentes soviéticos) apoyando al timador Farsange bajo el mecenazgo de la CIA. Indagando sobre los personajes que están en la cúpula de WL, o al menos estaban en 2008, (Who is who in Wikileaks?) podemos anotar algunas curiosidades sobre su curriculum. Por ejemplo, Ben Laurie, miembro de la Junta Consultiva de Wikileaks, fue ex jefe de seguridad de Google, una empresa cuyos vínculos con las agencias de espionaje de EEUU ha sido reiterada y denunciada en más de una ocasión y es actualmente director de la Fundación Open Society del magnate George Soros. Philip Adams es un australiano que ha trabajado para varios organismos gubernamentales de su pais. Ha colaborado con el Times, Financial Times y el NYT (tres buenas “patas” mediáticas como carta de presentación). CJ Hinke, nos dicen que es académico y escritor, fundador del FACT (Libertad contra la censura en Thailandia). La FACT forma parte de Privacy International, que en EEUU está manejado por el Fondo para el Gobierno Constitucional de Washington DC. El equipo de disidentes chinos, entre otros, lo componen Wang Dan, exiliado en Estados Unidos, miembro del consejo editorial de la Primavera de Pekín, revista sufragada por la National Endowment for Democracy (NED, una organización reconocida como pantalla de la CIA). El tibetano Tashi Namgyal ex miembro de la asociación Washington-Tibet, nombrado por el gobernador de Washington en 2010 miembro para la Comisión de Washington en Asia y el Pacífico. Wang Youcai, cofundador del Partido de la Democracia en China, se exilió en 2004 bajo fuertes presiones de Estados Unidos. Xiao Qiang, comentarista de Radio Free Asia (la equivalente a la anticomunista Radio Libre Europea/Radio Libertad, de la guerra fría) es fundador y editor del China Digital Times otra sucursal del NED (la organización “sin fines de lucro” tapadera de la CIA). Es decir, ante nuestros ojos tenemos el exuberante espectáculo de unos mercenarios que sintonizan perfectamente con la política exterior de EEUU y que han sido colmados (en el caso de la disidencia chino-tibetana) de parabienes, dólares y privilegios.

Pero analicemos, digamos “asépticamente”, el fenómeno Wikileaks sin atender al grupo que conforma la falsa bandera de la desinformación a ver si existe alguna posibilidad de incardinar sus acciones en un contexto objetivo de “verdad”:    

El analista internacional, el profesor canadiense Michel Chossudovsky decía hace un par de años queWikileaks tiene las características esenciales de un proceso de “disidencia fabricada”. Se trata de exponer las mentiras del gobierno norteamericano, de publicar información importante sobre los crímenes de guerra de Estados Unidos. Pero una vez que el proyecto se incrusta en el molde del periodismo convencional, se utiliza como un instrumento de desinformación de los medios”. Wikileaks, de este modo, se ha ido convirtiendo, desde su aparición, no en una voz alternativa a los medios de comunicación tradicionales, sino que ha formado parte de los mismos. En los primeros cables que la plataforma de Assange filtró sobre la guerra de Irak, periódicos como New York Times, The Guardian y Der Spiegel, así como el diario londinense The Economist estuvieron, según Chossudovsky “directamente involucrados en la edición y selección de documentos filtrados”. Tanta ha sido la devoción de Falsimierda por hacerse con esos cables que Assange no ha tenido el menor reparo en proporcionárselos a esos bufones juntaletras del gran capitalismo, una información para ser puesta al gran público de forma absolutamente sesgada, en coordinación con el gobierno de los EE.UU y con la connivencia de Assange. El acuerdo llevado a cabo entre Wikileaks y el New York Times es buena prueba del fraude de WL, sobre todo teniendo en cuenta que (cito a Chossudovsky) el propio corresponsal-jefe del NYT en Washington, David Sanger, había consultado previamente…¡con el gobierno USA! que tipo de información habría que publicar en base a los cables suministrados. Es decir, trabajando absolutamente al lado de los intereses de la política exterior de Estados Unidos bajo la falsa cobertura de la “denuncia” contra el propio imperio. Si el periodista del NYT no es un agente de espionaje..que demonios es.

Y es aquí donde surge el debate sobre el posible carácter fraudulento de Wikileaks. Chossudovsky se pregunta con razón que si Wikileaks “es parte de un despertar de la opinión pública, de una batalla contra las mentiras y falsedades que aparecen a diario en los medios de comunicación impresos y en televisión” ¿como es posible que Assange haya puesto en bandeja de plata esa información comprometedora en manos de “los arquitectos corporativos de la desinformación?”.Sobre todo teniendo en cuenta que esos medios de propaganda masiva son la herramienta de las grandes corporaciones empresariales de Wall Street (NYT) financiadoras de guerras, operaciones encubiertas, revoluciones de “colores” en el Este y golpes de Estado. Y, por extensión, son los grandes valedores de la clase política neocon (o socialneocon) estadounidense y europea.

La CIA, estrechando lazos ideológicos y económicos con Falsimedia

Un ejemplo de la propaganda amañada por Wikileaks para jugar a una bien calculada ambiguedad en los dos lados de la balanza lo constituyen los cables filtrados hace dos años sobre Irán, claramente en la línea de intoxicar en una sóla dirección (WikiLeaks Reveals Iran’s Secret, Worldwide Arms Hunt)La conspiración que se urdió en torno a Irak sirve como mito inverosímil de obediencia mimética para denunciar las nuevas “armas de destrucción masiva iraníes”, otro instrumento ideológico más creado para la demonización y criminalización del país islámico, sin que Wikileaks ponga en ningún momento bajo sospecha las mentiras reiteradas de Falsimedia sobre Irán y su programa nuclear. Los cables de Assange sobre el país de Ahmadineyad mostraban una clara tendenciosidad favorable a los intereses de Estados Unidos e Israel. No tan inesperadamente (vistos los precedentes), pues, Wikileaks se sumaba sin reparos al eje de desinformación imperial. En el contexto de la guerra global contra el “terror” en ningún momento se cuestionan en los documentos publicados por el portal de Assange las implicaciones de la CIA con el terrorismo saudí de AlQaeda (Al-CIA-eda, para ser más exactos), lo que supone una verdadera estafa mediática del trampero Farsange, hurtando de forma furtiva un tema de probada e incuestionable veracidad.  Tanta como la propia relación de la agencia de espionaje americana con los medios de su país. Medios a los que Wikileaks brinda su “desinteresada” información privilegiada. Para entender la relación cada vez más diáfana del binomio CIA-Wikileaks hay que remitirse a Michel Chossudovsky, el cual cita un artículo del periodista Carl Bernstein (uno de los que destapó el caso Watergate en los años 70) en la revista Rolling Stone, a propósito de la colaboración de la CIA con los medios de comunicación americanos. Señalaba Bernstein:

“Más de 400 periodistas estadounidenses llevaron a cabo, en secreto,  tareas para la Agencia Central de Inteligencia en el período que va de 1950-1977. Algunas de estas relaciones de los periodistas con la Agencia eran tácitas; otras fueron explícitas. Muchos reporteros compartieron sus cuadernos de trabajo con la CIA. Algunos de los periodistas eran ganadores del Premio Pulitzer e incluso corresponsales extranjeros los cuales fueron conscientes de que su colaboración con la Agencia les ayudó mucho en su trabajo. Entre los ejecutivos que han prestado su colaboración a la Agencia estuvieron Williarn Paley de la Columbia Broadcasting System, Henry Luce de Tirne Inc., Arthur Hays Sulzberger del New York Times, Barry Bingham Sr. de la LouisviIle Courier-Journal, y James Copley de del Copley News Service.

Otras organizaciones que colaboraron con la CIA incluyen la American Broadcasting Company, la Compañía Nacional de Radiodifusión, la Associated Press, United Press International, Reuters, Hearst Newspapers, Scripps Howard, la revista Newsweek, la Mutual Broadcasting System, el Miami Herald, el antiguo Saturday Evening Post y el New York Herald-Tribune. La intervención de la CIA en los medios estadounidenses ha sido mucho más amplia de lo que los funcionarios de la Agencia han reconocido públicamente o en sesiones a puerta cerrada con miembros del Congreso.

“El “pirata” informático Julian Farsange ha logrado salir, sin hacer mucho ruido, de las manos de la CIA y agencias como la NSA. El planteamiento que podría hacerse a continuación sería del tipo: ¿cabe la posibilidad de que Wikileaks tenga, presuntamente, cables comprometedores para la agencia de Virginia? Entonces ¿están siendo “retenidos” o simplemente no existen?¿quienes son las verdaderas fuentes de Wikileaks y quienes les financian? Si realmente Assange y su organización estuviesen libres de sospecha publicarían con nombres y apellidos a los verdaderos criminales que se esconden bajo las siglas del espionaje americano y sus operaciones encubiertas, no con el fraudulento alcance limitado con el que está exhibiendo a los grandes media de la mentira sus miles de cables. ¿O es que los delitos de lesa humanidad prescriben? Parece ser que el bobito australiano ha decidido guardar en el anonimato la información más “auténtica”. Un abnegado fontanero de la CIA residiendo cómodamente en Londres (¡en territorio enemigo!) desde que se dio a conocer como falso profeta del periodismo-denuncia…hasta su penúltimo acto de opereta metiendo en berenjenales ajenos a Ecuador para escenificar su farsa. Una elección (la embajada ecuatoriana) un tanto “extraña”, la verdad (no quiero especular en ninguna dirección), pero que le ha servido para vender victimismo, ponerse el traje público de plañidera y rogar a Obama que “cese la persecución sobre Wikileaks.

Urania en Berlin



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De: kuki Enviado: 13/10/2013 06:25

Wikileaks, agencia de desinformación con sede en Langley (y II)

Syria Files: Wikileaks con la OTAN y los Hermanos Musulmanes

Assange sabe de sobra (cómo no lo va a saber si está representando un teatro guiñolesco) que no es lo mismo filtrar información (chismología, pero información al fin y al cabo) sobre Siria (en un contexto actual de mentiras sistemáticas contra ese país) que unas violaciones de derechos humanos cometidas por el poderoso imperio estadounidense en Irak y Afganistán las cuales, por otro lado, ya eran vox pópuli mucho antes de ponerse marcha la maquinaria de FarsaLeaks. Al imperio le hará poca gracia esa información (si pensásemos que Wikileas es verdaderamente una organización de periodismo “independiente”) pero es algo que a los mandarines usacos les importará más bien poco ya que, esencialmente, sus mecanismos de acción criminal siempre permanecerán intactos.

Los llamados Syria Files es la última pantomima del portal de Assange para mostrarnos realmente que partida está jugando este “prófugo” de la justicia en la política internacional que, en este caso, no es otra que la de abrir un frente guerrero cibernético contra Siria, al margen (pero en sintonía) de la actividad terrorista en aquél país de la CIA, la OTAN y sus asalariados verdugos salafistas. Anonymous, otra plataforma de oscura procedencia, hábil embaucadora y “hackeadora” de lo que le conviene a su amo americano, ha sido la suministradora de los correos supuestamente “comprometedores” para el régimen de Asad. Aunque según los administradores de CIA-Leaks en esos cables también la “oposición” siria no iba a salir bien parada, hasta el momento no hay grandes novedades y lo más probable es que si no sale bien parada es porque no están matando suficientes civiles…

Resulta bastante “curioso” que los destinatarios de la “información” siria de Wikileaks sean grandes medios de manipulación informativa favorables a los intereses de la OTAN: periódicos y agencias como Al Masry Al Youm (Egipto), ARD (Alemania), Associated Press (EE.UU.), L’Espresso (Italia), Owni (Francia) y Publico.es (España). Salvo el periódico libanés Al Akhbar (Líbano), el resto son probados intoxicadores mediáticos y algunos de ellos vinculados estrechamente a agencias de espionaje norteamericanas (Associated Press) o a los petrodólares de regímenes feudales como Qatar (Público). Ni rastro de la prensa alternativa (TeleSur, Russia Today u otros similares). En su momento ya se habían hecho eco de los cables sobre Irak, de forma sospechosísima, periódicos tan íntimamente ligados al Departamento de Estado norteamericano como el español ELPAIS o el ya mencionado en la última entrada, The New York Times. Lagarto, lagarto…y desvaneciéndose el tinglado Wikileaks a pasos agigantados. Hombre, tampoco iba uno a esperar que esa desinformación la pusieran en manos de la fauna de bobos conspiradores gili-iluminatis, reptilianos, ufólogos a tiempo parcial, David Ickes, Alex Jones o colgados similares de ciencia y espíritu. Pero está claro que la maniobra de Wikileaks, dejando la información en manos de grandes imperios mediáticos, era una evidente demostración de qué fines perseguía el “acusado” Assange. Según el australiano con la puesta en circulación de más de dos millones de correos del gobierno sirio se pretende, de alguna manera, “desprestigiar” a ambos bandos. Un sofisma indigerible que no se lo cree ni la sombra del australiano. Leamos: “Este material compromete a Siria, pero también compromete a sus oponentes. Eso nos ayuda no solamente a criticar a un grupo u otro, sino a entender sus intereses, acciones y pensamientos”.¿A qué está jugando este personaje con ese lenguaje ambiguo, elíptico y falseado? ¿Se puede ser más prestidigitador, conspirador y sibilino que este Farsange?

La secta Wiki-anony-Leaks, sucursal-tapadera de control ideológico

La infiltración de desinformadores en la Red y en los medios escritos, desdoblándose como aparentes “críticos” (espías) de dos o más enemigos políticos irreconciliables es algo que forma parte de una vieja estrategia de los analistas de la CIA y el Pentágono. La “disidencia fabricada” que decía Chossudovsky. Crean a su “disidente” malo para modelar el pensamiento de una ciudadanía que diga….”oh sí, ya tenemos a nuestro héroe que lucha contra los excesos de nuestras democracias, en permanente búsqueda del santo grial de la verdad capitalista”. Pero cada vez que analizas a fondo sus pretendidas “denuncias” hay tanta trampa como  artificio. Tienes la sensación de que este tipo nunca llega al fondo del asunto, que hace una lectura epidérmica, llena de fallas, selectiva, manipulada, muy aparatosa eso sí, pero el compromiso de Assange llega hasta su propio bolsillo y hasta las puertas de la sede de la CIA. No más. Por ejemplo, la versión oficial del 11-s es intocable para el play-boy australiano porque prefiere distraer y manipular la atención en otras vaciedades o documentos que pseudocomprometen a los poderosos. ¿No le interesa a él y a sus compinches de Anonymous hurgar en las bases de datos del 11-s? ¿Por qué? Que curioso ¿eh? ¿Será porque no les dejan sus colegas de la CIA? Un acontecimiento capital en la historia de EEUU no merece atención ni relevancia para Farsange, puesto que los “truthers” son unos mentirosos. Hay que cuidar la imagen de Wikileaks para otras puestas en escena que no comprometan tanto al Tio Sam. El caballero australiano que “vive” de las conspiraciones de gobiernos y rumorología sobre Siria e Irán, resulta que no cree que haya existido fraude y crimen gubernamental el 11-s. Fantástico.

La operación de ridiculizar y con ello enfatizar la “represión” del gobierno sirio  por parte de Wikileaks, previa prestación de los servicios de AnonyCIAmous, no hace sino confirmar la tapadera mediática que representa la organización de Assange. Mientras “Anonymous” se encargaba de ayudar a la contrarrevolución yihadista en sus actividades criminales plasmando sus acciones en un proyecto denominado ‘anti-Assad Op Siria’ (muy propio de la inteligencia americana), Wikileaks recibía la información capturada probablemente con un programa informático diseñado en Langley. No faltaban en el armario de los anonifantasmas el viejo manual de guerra fría anticomunista: “Mientras los tiranos sigan desafiando, Anonymous seguirá trabajando sin descanso día y noche, en cada país y zona, para ayudar a aquellos que luchan por la libertad, como los activistas en Siria”, rezaba el comunicado de los “hackers anónimos”. No me sorprendió puesto que esa verborrea cuartelera ya la había escuchado en boca de nazis como Reagan, Thatcher, Bush, Clinton o la misma OTAN.

Y ahora, algunas preguntas: ¿por qué la gran facilidad de Anonymous para penetrar y tumbar servidores de gobiernos o agencias de espionaje (CIA, MI6), que están especialmente protegidas? Algunos dirán que existen hackers capaz de hacerlo. Pero caben dos posibilidades: por una parte la captura de esa información a los gobiernos hostiles con el imperio es posible que la hayan obtenido con el soporte logístico de las poderosas agencias de espionaje, que son las que realmente están actuando entre bambalinas y que son capaces, ellas sólas o con ayuda de empresas como Google o Microsoft, de obtener esos informes; por otra, los tan cacareados ataques o incursiones a los sites de la CIA y el MI6 por Anonymous tienen el sello de haber sido programados previamente entre la inteligencia americana y los “anónimos”. Si no…¿por qué no se han producido detenciones y la todopoderosa CIA no ha rastreado las “huellas” de los atacantes?

La guinda al circo Assange-Suecia (el supuesto montaje-violación de dos suecas y el refugio en la embajada ecuatoriana de Farsange) ha sido la entrada en escena de la opereta FarsaLeaks de Baltasar Garzón, el prevaricador juez que archivó numerosos casos de torturas sobre ciudadanos independentistas vascos cuando era “instructor” en la AN y ejecutó el cierre de medios de información molestos para la España uniformadora de Aznar y Zapatero. El gran campeón de los amagos contra las dictaduras argentinas, chilenas o paraguayas que no pilló cartera ministerial con el Psoe y pasó a convertirse en una vedette en busca del Premio Nobel de la Paz. 

En definitiva, el entramado CIA-medios de desinformación ha tomado carta de naturaleza política desde hace mucho tiempo, convirtiéndose en una arma arrojadiza más a favor de la política exterior de USA en su guerra contra el “terror global”, de la que Wikileaks es un periodismo falsamente “alternativo”,  embaucador, usado como comodín en la retaguardia. La desinformación “positiva” y “negativa” está diseñada por la CIA para conformar un periodismo mercenario favorable a las tesis del imperialismo político y económico, que se materializa diariamente en las redacciones de noticias de los telediarios, medios escritos o radiofónicos de Estados Unidos y del resto del Mundo.

Resulta curioso que hace unos años el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU se apoderase de los nombres de dominio de alrededor de 70 sitios web por violación de derechos de autor. Si Wikileaks es realmente un site peligroso para exponer los cables diplomáticos clasificados que resultan una amenaza para los Estados Unidos…¿cómo es que ese Departamento no se ha hecho, todavía, con el dominio de Wikileaks? Pues muy sencillo: porque Wikileaks es un frente de propaganda que le conviene tener activo al imperio. Wayne Madsen, ex asesor del Gobierno norteamericano en la todopoderosa NSA (Agencia de Seguridad Nacional), hoy analista político, ha levantado el “pastel” cibernético de WL, retratándoles como una maquinaria de desinformación por entregas, una “falsa bandera cibernética”. Según la información que obra en poder de Madsen “todo el material publicado por Wikileaks está suministrado por la CIA”.Ya lo dijo, también, John Young (ex cofundador de Wikileaks: “Wikileaks sirve a la CIA, es un fraude que hace trabajos para el enemigo”

Julian Assange es otro timador profesional, un necesario desinformador de los aparatos de inteligencia norteamericanos y su organización, Wikileaks,  el penúltimo engaño global. 


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