Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

El Ojo de la Luz
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 Videos 
 General 
 13 Lunas 
 Año 2012 
 Actitud y Pensar 
 ADN-DNA 
 Agua diamantina 
 Angeles 
 Astral 
 Astrologia 
 Auras 
 Ayurveda 
 Biblioteca 
 Biografias 
 Budismo 
 Canalizaciones 
 Chakras 
 Ciencia y Cosmos 
 Civilizaciones 
 Cristales 
 Crop Circles 
 Dioses 
 Energia 
 Enigmas 
 Feng Shui 
 Flores de Bach 
 Frases y Reflexiones 
 Gaia_Tierra 
 Geometria Sagrada 
 Lugares de Poder 
 Luz y Color 
 Meditación 
 Mitos y Leyendas 
 Mancias y Rituales 
 Mandalas 
 Mantras 
 Merkaba 
 Mudras 
 Niños Indigo 
 Numerologia 
 Orar_ 
 OVNIS 
 Plantas 
 Profecias 
 Reiki 
 Religión 
 Salud y Sanación 
 Sonido 
 Sueños 
 Taichi & Kung 
 Talismanes y Simbolos 
 BUSCADOR 
 
 
  Herramientas
 
Budismo: Nyung-nye: el ayuno en el budismo
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Thenard  (Mensaje original) Enviado: 14/05/2010 22:13
Nyung-nye: el ayuno en el budismo

Nyung-nye o Ñung-ñe o Ñune, significa ayuno en tibetano y es una práctica de purificación de karma muy poderosa. Se suele hacer durante el mes de Saka Dawa, que es el cuarto mes tibetano, cuyo día de Luna Llena se celebra el nacimiento e iluminación de Buda, cuando las acciones positivas se multiplican por diez millones, pero en realidad se puede hacer en cualquier momento.

Para poder realizar esta práctica se necesita haber tomado la iniciación de Chenresig 1000 brazos y haber tomado preceptos con un maestro cualificado.

El origen de esta práctica viene de Guelongma Pelmo, hija de un rey indio que nació poseyendo todos los signos de una Dakini de la Sabiduría. Iba a ser casada, pero pidió permiso a los padres para practicar el Dharma. Recibió enseñanzas y fue abadesa de un monasterio. Pero contrajo la enfermedad de la lepra y tuvo que dejar el monasterio. Se retiró a una choza en un lago donde meditó en la deidad Chenresig, que se le apareció y le dijo que fuese al templo donde residía "el de los ocho rostros" (Chenresig 1000 brazos) si quería obtener todas las realizaciones. Llegada al templo, el guardián no la dejó entrar por su enfermedad. Permaneció en la parte trasera del templo, haciendo la práctica de Ñung-ñe. Al cabo de siete meses el templo se giró, quedando la puerta principal delante de ella y alcanzó el cuerpo del Arco Iris, la más alta realización.

Guelongma Pelmo recibió las instrucciones para la práctica del Nung-ñe del propio Chenresig y éstas pasaron a través de un linaje ininterrumpido de maestros a discípulos hasta nuestros días.

Este retiro corto de ayuno ha sido una práctica muy extendida en el Tíbet, realizada regularmente tanto por monjes como por laicos. Hay algunos días especiales del año, como el aniversario de la Iluminación de Buda Sakyamuni; durante los cuales se practican series de varios Ñung-ñes seguidos en numerosas aldeas y pueblos del Tíbet y Nepal, donde se reúnen hombres y mujeres, tanto jóvenes como ancianos o niños, para hacer juntos este retiro.

El retiro dura dos días completos. El primer día, muy temprano por la mañana (antes de la salida del sol), se toman los 8 preceptos Mahayana y, se empieza la primera sesión, durante la cual se hacen postraciones a los Lamas del linaje y a los 35 Budas. A continuación se hace la práctica de Chenresig 1000 brazos en forma muy completa y detallada, meditando en cada una de las etapas, de acuerdo con la práctica de Kriya Tantra, y se recita el mantra. Finalmente se hacen de nuevo postraciones a Chenresig mientras se recitan 21 veces las famosas Alabanzas cantadas por Guelongma Pelmo.

Esta sesión se repite durante tres veces el primer día y cuatro durante el segundo. Finalmente, el tercer día se hace una sesión por la mañana temprano, acabando el retiro al amanecer. El segundo día, además de tomar los 8 Preceptos Mahayana, se debe guardar ayuno completo, silencio y abstenerse de beber líquidos durante todo el día, rompiendo el ayuno y el silencio al empezar la última sesión de madrugada.

Debido al aislamiento por el ayuno y al silencio, a la concentración y a la recitación del mantra, la practica del Ñung-ñe, a pesar de ser muy breve, es un método muy poderoso para purificar la mente y para desarrollar amor y compasión hacia los seres que sufren.

Todos los obstáculos que encontramos para practicar el Dharma, tanto los problemas económicos como la falta de tiempo, los condicionamientos de la sociedad en que vivimos, la falta de concentración o las personas que nos impiden practicar, todo ello ocurre debido a que tenemos en nuestra mente las impresiones del karma negativo acumulado en el pasado. Ahora bien, todas estas impresiones podemos borrarlas haciendo prácticas de purificación.

En una casa que ha estado abandonada muchos años, se acumula el polvo y la suciedad. Así que para poder habitar en ella de forma agradable es necesario hacer primero una limpieza a fondo. Del mismo modo, nuestra mente ha estado abandonada y a merced de los engaños durante muchísimo tiempo, así que para poderla utilizar de una forma fácil en la práctica del Dharma, es necesario limpiar todas estas impurezas acumuladas durante tanto tiempo.

Especialmente, en la práctica del Ñung-ñe, gracias a las bendiciones de la Compasión de todos los Budas, que se manifiestan en la forma de Chenresig, podemos eliminar el egoísmo y el egotismo, el pensamiento de desear siempre lo mejor para uno mismo sin considerar a los demás, que es la causa de todos los problemas, obstáculos y dificultades que experimentamos desarrollando amor y compasión y el deseo de hacer felices a los demás.

El Ñung-ñe es una práctica dura, una práctica en la que experimentamos dificultades, pero si observamos la vida que llevamos, veremos que es una vida dura, llena de problemas y de experiencias desagradables, y todos estos problemas y dificultades que experimentamos en la vida ordinaria, no nos ayudan a estar mejor, incluso a veces nos sumergen más en una situación de malestar e insatisfacción. En cambio, las pequeñas dificultades que experimentamos durante la práctica del Ñung-ñe, nos traen un gran beneficio. Temporalmente nos proporcionará un estado de calma y de pureza interior y en el futuro, gracias a las impresiones que la práctica deja en nuestra conciencia, obtenemos una felicidad mucho mayor, ayudándonos especialmente en el momento de la muerte y de tomar un nuevo renacimiento.

La condición necesaria para convertirse en un practicante del Camino Mahayana es desarrollar el pensamiento de la Iluminación, que es la actitud altruista de tratar de obtener el estado de Buda para poder beneficiar a todos los seres. Solamente nos convertimos en un Bodisatva cuando desarrollamos esta actitud. El Ñung-ñe es la práctica ideal para que nazca el pensamiento de la Iluminación en nuestra mente, porque la raíz de la que aparece este pensamiento es la Gran Compasión, que es la verdadera naturaleza de Chenresig y es a la vez la esencia de la práctica del Ñung-ñe. La compasión es el deseo de que otros no sufran. Cuando nosotros experimentamos dificultades y nos damos cuenta que ello nos resulta desagradable e insoportable, y que tenemos un gran deseo de vernos libres de esta situación, si en este momento pensamos que hay muchísimos seres igual que nosotros, que se encuentran atormentados por desgracias mucho mayores que la nuestra y que también tienen un gran deseo de liberarse de ello, entonces podemos desarrollar compasión hacia ellos. En este caso, las dificultades que experimentamos nos traen un gran beneficio, porque la compasión y el pensamiento de beneficiar a los demás, es la raíz de todas las virtudes y de toda la felicidad y bienestar.

Pero esto no ocurre normalmente. Cuando tenemos problemas o dificultades sólo nos preocupa nuestra propia situación y no nos acordamos de lo que pueda ocurrirle a los demás. Durante la práctica del Ñung-ñe, solamente por tener fe en la Deidad y por guardar los preceptos, aunque no podamos controlar nuestra mente ni concentrarnos con claridad, gracias a las bendiciones de Chenresig, cualquier dificultad que experimentamos se convierte en una gran purificación y en la causa de una gran felicidad, tal y como se explica en la oración que habla de los beneficios y que se recita al final de la práctica.

Todos los méritos que se acumulan por hacer la práctica del Ñung-ñe, como los beneficios que se obtienen por tomar los 8 Preceptos Mahayana, son tales como el obtener un renacimiento humano perfecto, dotado con todas las libertades y dones; y los beneficios de recitar los nombres de los 35 Budas, de hacer postraciones y alabanzas a Chenresig, son méritos que hacen que las enseñanzas del Buda aumenten, se extiendan y no degeneren.

Al Concentrarse en el cuerpo de la deidad se purifican todas las faltas de nuestro cuerpo y los cuerpos de los demás. Al Concentrarse en el sonido del mantra, y por guardar silencio, se purifican todas las faltas de nuestra palabra y las de los demás. Al concentrarse en la Vacuidad y en la Compasión se purifican todos los oscurecimientos de nuestra mente.

Durante la práctica, cuando se siente calor o frío, se elimina el karma de nacer en los infiernos. Cuando se siente hambre o sed, se elimina el karma de nacer como espíritus hambrientos. Al experimentar sueño y aturdimiento se elimina el karma de nacer como animal. Cualquier miseria que se experimenta, tanto en el cuerpo como en la mente, es una gran purificación y se convierte en la causa para la felicidad de uno mismo y de los demás.

Chenresig conoce que todos los fenómenos son vacíos de existencia inherente, que están libres de toda fabricación y que son en esencia puros, y, sin apartarse de este conocimiento, por su gran compasión, se manifiesta de infinitas formas para beneficiar a los demás. De la misma manera, si nosotros practicamos el Ñung-ñe con una gran fe en la Deidad, con compasión hacia los demás, y siendo conscientes de que la naturaleza de todos los fenómenos es la Vacuidad, que todo es como una ilusión y que no tiene ninguna existencia en sí mismo, aparte de ser una mera imputación de la mente; de esta forma nuestra práctica será con toda certeza el camino rápido para alcanzar el estado de Buda.


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados