Michael Gordon Scallion es un visionario dotado, al igual que Edgar 
Cayce en su tiempo. Que sus visiones no sean consideradas como 
excepcionales es debido a lo poco que los visionarios son valorados en 
sus días presentes, y al grado en que se les valora cuando el tiempo ha 
pasado. Cayce, Nostradamus, y otros grandes profetas fueron tratados con
 tanto desdeño como admiración durante su existencia, y solamente 
obtuvieron su estatura actual con el tiempo. La humanidad tiende a 
tratar a sus profetas como a dioses, haciéndoles crecer a esa altura 
cuando las habilidades son primeramente reconocidas y luego furiosamente
 rechazadas si no son consistentemente aproximadas. Como niños buscando 
eternamente un padre que no les falle o les abandone, exigen perfección,
 cuando ellos están muy lejos de la perfección. 
 
Scallion, como Cayce, está siendo guiado en sus visiones como resultado 
de haber emitido La Llamada y ser considerado un vehículo digno para 
emitir mensajes a la humanidad. De la misma manera que algunos trabajos 
canalizados reflejan una información genuina de los extraterrestres, 
algunos profetas están igualmente recibiendo esa información. Como con 
todas las interpretaciones de la información que el recibe, Scallion 
matiza lo que oye con sus propios juicios y efectos. 
 
Todos los humanos tienen una predisposición y unas ideas preconcebidas 
que matizan lo que oyen y eligen lo que transmiten a los demás. Hay un 
juego en la sociedad humana en el que todos están en un circulo y 
susurran una afirmación alrededor del circulo, uno a otro hasta que la 
afirmación vuelve al emisor, que apenas puede reconocerla comparada con 
lo que salió de sus labios. 
Todos los humanos tienen una habilidad limitada para comprender la 
totalidad de lo que han aprendido. Un niño escuchando una explicación de
 cómo vuela un avión, del aire empujando bajo las alas, puede 
difícilmente transmitir esta información a otros, o lo haría incluyendo 
mal interpretaciones. El concepto entendido es el transmitido no el 
concepto dado. 
Todos los humanos alcanzan un punto de saturación cuando se les da una 
gran cantidad de información de golpe. Los conceptos complejos requieren
 considerar muchos factores a la vez, y por tanto un humano escuchando 
todos los conceptos puede coger los resultados finales pero no recordar 
todos los factores. Por tanto cuando se libera ese concepto complejo a 
los demás, se omiten factores cruciales de forma que el segundo grupo, 
no obtiene el mismo resultado final en su mente. 
Todos los humanos, cuando escuchan a un profeta, escogen y eligen lo que
 ellos quieren oír. Si el mensaje es doloroso, ellos solo seleccionen 
las partes del mensaje que les reconforta. De la misma manera que la 
visión de un accidente a menudo relata interpretaciones totalmente 
distintas de lo que ha ocurrido, así la audiencia de un profeta 
sorprendentemente retiene distintas versiones de lo que se ha dicho. 
http://www.zetatalk.com/mexico/c45.htm
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