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Budismo: El Dharma de Buda
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Thenard  (Mensaje original) Enviado: 02/06/2010 21:58
El Dharma de Buda no debe ser considerado como un sistema filosófico o
un pensamiento intelectual, y mucho menos como un sistema de idealismo
ético.
Estrictamente hablando e incluso mucho menos, una religión basada en
la autoridad.



Es simplemente una forma de vida que Buda la llamó el Camino Noble Óctuplo o el Camino Medio, y el cual, dijo Él, guiaría al que
lo
siguiera a la emancipación del cuerpo, a la iluminación de la mente,
a la
tranquilidad del espíritu, al Samadhi supremo.
 
Esto es, es un sistema de
auto-control mental que guía al conocimiento perfecto supremo. Él no
lo
inventó – es el registro de su propia experiencia bajo el árbol de
Bodhi, cuando él mismo logró la iluminación.


Los Doce Nirdanas
 
 
1. Debido a la Ignorancia (avidya), al diferenciar el principio de la individuación
con él de la Iluminación, la cual es el principio de la unidad y la
semejanza, la
unidad primaria llega a dividirse en pensamiento, pensador y
pensamientos
discriminatorios y por esa razón aparecen las “formaciones” del
karma.
 
2. Debido a estas “formas” (samsara), el principio de la conciencia emerge.
 
3. Debido a este principio de conciencia (vijnana), el cuerpo y la mentalidad
emergen.
 
4. Debido a esta mentalidad y cuerpo (nama-rupa), las seis mentes y órganos
sensoriales aparecen.
 
5. Debido a las seis mentes y órganos sensoriales (shadayat-ana), las sensaciones y las percepciones surgen.
 
6. Debido a las sensaciones y las percepciones (spasha), los sentimientos y las
discriminaciones emergen.
 
7. Debido a los sentimientos y las sensaciones (vedana) la sed y los antojos
surgen.
 
8. Debido a la sed y los antojos (trishna) el asirse y el apegarse aparecen.
 
9. Debido al asirse y al apegarse (upadana) la concepción o el concepto toma
lugar.
 
10. Debido a la concepción (Bhava) el proceso continuo de la existencia se
sigue prolongando.
 
11. Debido al proceso continuo de la existencia (jeti), el crecimiento, la
enfermedad, el envejecimiento, la decadencia, y la muerte toman
lugar.
 
12. Debido al crecimiento, la enfermedad, el envejecimiento, la decadencia, y la
muerte (jana-marana), “el sufrimiento, la lamentación, el dolor, la
aflicción y la desesperación surgen. Por lo tanto surge la masa
completa
de sufrimiento”. En todo esto,
 
“Ni el hacedor ni las acciones son encontrados,
Ni nadie que alguna vez recoja sus frutos.
Ahí están los fenómenos del vacío.
Así que el mundo continúa.
Ningún dios, ningún Brahma puede ser encontrado,
Ningún hacedor de esta rueda de la vida.
Ahí están los fenómenos del vacío,
Dependiendo todos de las condiciones.”

 
Las Cuatro Nobles Verdades
 
1. La universalidad del sufrimiento.
 
2. La causa del sufrimiento enraizada en el deseo.
 
3. Terminando el deseo, el sufrimiento llega a su final.
 
4. El camino para terminar el deseo y en lo sucesivo entrar en el Estado de 'No-Sufrimiento',
es seguir el
Noble Camino Óctuplo
.

 
El Noble Camino Óctuplo
 
1. Pensamiento Correcto: Los Doce Nirdanas y las Cuatro Nobles Verdades. No sólo uno debe entenderlos sino que debe hacer de ellos la base de
todo
su pensamiento y entendimiento de la vida, uno debe hacer de ellos
la base
para una vida de aceptación y obediencia paciente y humilde.
 
2. Resolución Correcta: El propósito de
la vida de uno debe ser seguir el Camino Noble. En lealtad a este
propósito
uno debe estar dispuesto a dar todo lo que sea contrario a él, o que
obstaculice su progreso. Uno debe estar dispuesto a pagar cualquier
costo de
comodidad, o negación propia, o esfuerzo, para alcanzar esta meta.
No
debiendo hacer esto por ningún motivo egoísta sino que debe dedicar
el mérito
de su logro a toda vida animada. Y finalmente debe hacer este gran
Voto
(Pranadana) de no entrar en el Nirvana hasta que todos los otros
puedan
entrar con él.
 
3. Habla Correcta: Hablar es el vínculo
que conecta el pensamiento y la acción: las palabras algunas veces
oscurecen la Verdad en nuestra propia mente, y frecuentemente dan
una
impresión falsa a aquellos que las escuchan. Ellas siempre deberían
ser
caracterizadas por la sabiduría y la bondad. No grites para
enfatizar las
cosas, la excitación debe ser evitada. El habla no debe responder al
prejuicio, al temor, a la furia, a la obsesión, ni a otros
intereses. Las
palabras descuidadas, frívolas e irrespetuosas deben ser evitadas.
Todas
las distinciones, discriminaciones, y aseveraciones o negaciones
dogmáticas
deben ser evitadas. Las palabras que son responsables de causar
sentimientos
fuertes tales como las repeticiones escandalosas, palabras crueles,
palabras
mentirosas o que causan errores, o que tienden a hacer surgir la
pasión o
la lujuria, nunca deben ser pronunciadas. En general, el habla debe
ser
limitada a preguntar y responder asuntos necesarios, y porque el
habla puede
ser tan fácilmente acondicionada por la psicología del grupo, todos
los
discursos formales ante grupos, audiencias y multitudes, deben ser
evitados.
 
4. Conducta Correcta. Además de comportarse de acuerdo con las
reglas de
propiedad en general, uno debe especialmente ser cuidadoso de
mantener los
Cinco Preceptos:  – No matar
sino practicar la bondad y la no-violencia hacia toda la vida
animada. No
robar o envidiar lo que no le pertenece a uno, sino practicar la
caridad y
caminar por la vida sin nada de uno mismo. No cometer adulterio sino
practicar la pureza de mente y el auto-control sexual. No mentir
sino
practicar la honestidad y la sinceridad de pensamiento, palabra y
acción.
No participar de bebidas alcohólicas o drogas o nada que debilite la
mente
de uno, sino practicar la abstinencia y el auto-control.
 
La razón por la que Buda le dio a los Preceptos tanta importancia, no fue
principalmente por razones éticas, sino por la necesidad del apoyo
de la
mente en nuestra meta de lograr el conocimiento superior y la
iluminación.
Ya que no se podría progresar hacia esta meta del conocimiento
superior e
iluminación, si el individuo está viviendo una vida débil y
auto-gratificada. Incluso el guardar los preceptos es solamente el
comienzo,
porque a medida que el discípulo avanza en el Camino y emprende la
vida del
mendicante, hay otros cinco preceptos que también deben ser
observados,
nombrados, No usar bálsamos o condimentos y no comer entre comidas.
No usar
joyas o ropas caras, sino practicar la humildad. No dormir sobre
camas
suaves sino resistir la tendencia completa a la pereza y el
adormecimiento.
No asistir a funciones de entretenimiento, bailes, conciertos o
tomar parte
en juegos de azar; mantener la mente en todo momento bajo un
estricto
control. No tener nada que ver con dinero o cosas preciosas, sino
practicar
la pobreza.
 
5. Vocación Correcta o Forma de Vida Correcta. Uno no debe
participar en ningún negocio o profesión que involucre crueldad o
injusticia a hombres o animales. Nuestra vida debe ser libre de
adquisiciones, mentiras y deshonestidad. No debemos tener nada que
ver con
la guerra, el juego y la prostitución. Debe ser una vida de servicio
más
bien que una vida de ganancia y gratificación. Para aquellos que
deseen
dedicar su atención completa a lograr la iluminación está la Vida
Mendicante, libre de toda dependencia o responsabilidad por
propiedad, vida
familiar o sociedad.
 
La vida ideal, por lo tanto, para uno que ha resuelto seguir el Camino Noble es
la Vida Mendicante. Pero antes que uno esté dispuesto y sea capaz de
hacer
esto, debe acercarse a ella lo más posible mientras viva la vida
ordinaria
del dueño de casa. Al estar ocupado en la familia, en la vida social
y económica
del mundo, él encontrará frecuentemente difícil hacer algo más que
guardar los Preceptos, pero a medida que avanza en el Camino, él
puede, por
lo menos, en parte observar los otros preceptos, y tan pronto como
le es
posible, él puede separarse de la familia y de negocio, y llevar a
cabo una
vida más simple y abstemia, dedicando más de su tiempo a las
práctica
devocionales. Si hay alguna propiedad personal o familiar, debería
deshacerse gradualmente de ella, de forma que al estar libre de las
responsabilidades de la familia y las propiedades, pueda
exclusivamente
llevar a cabo mejor la Vida Mendicante.
 
Al apartarse él mismo de todas las relaciones y responsabilidades de los
deberes familiares y la vida mundana, el Hermano Mendicante lo hace
con un
solo propósito de dedicarse él mismo a alcanzar la iluminación y la
Budeidad, no por razones egoístas sino que él puede compartir su
logro y mérito
con quien pueda necesitar su instrucción o ayuda. Al hacer su
decisión
para seguir la Vida Mendicante, él lo hace con la fe perfecta y
completa
confianza de que los Hermanos Laicos y otros Hermanos Mendicantes se
ocuparán
bien del cuidado de él.
 
Algunos pueden pensar que esta vida menesterosa de mendicante puede haber sido
posible y recompensada bajo las condiciones primitivas y simples de
la vida
patriarcal, pero que sería imposible, tonto e insustancial, bajo las
condiciones más complejas de nuestra vida moderna, adquisitiva,
cómoda, y
de amor estimulante, que se encuentran en el materialismo científico
y es
vigorizado y reforzado por las convenciones sociales, la ley, la
corte y la
policía. Si nosotros creemos que la comodidad de uno y nuestra
conveniencia
es importante, probablemente es. Pero, ¿son ellas de primera
importancia?
¿No es la iluminación el final del sufrimiento, el logro de la paz y
mucho
más importante? Si ellos lo son, entonces, cualquier disciplina,
cualquier
privación, cualquier inconveniencia, incluso cualquier sufrimiento,
nos la
garantiza completamente. Sería diferente si conociéramos otro método
más
fácil, pero Buda, que fue iluminado perfectamente, lo presentó como
el único
Camino posible. ¿No debemos nosotros, que estamos buscando la
iluminación
y la paz de mente, y que somos seguidores de Buda, tener fe en este
Noble
Camino, y darle una oportunidad? Es notable, sin embargo, que la
duda en
razones y posibilidades no es expresada por aquellos que le han dado
la
oportunidad y lo han seguido, sino por aquellos cuyos hábitos y
comodidades
les serian interferidos y arrancados de raíz.
 
El Dharma del Buda es muy profundo para interpretar, incluso para haberlo
traducido a la escritura y mucho menos para ser completamente
comprendido 
y totalmente realizado por el estudio de las Escrituras
solamente.
Debe ser llevado a la práctica, sistemática, digna y
persistentemente. El origen de toda la verdad está dentro de la
propia
mente y el propio corazón de uno, a través de la práctica del Dhyana
[Concentración], recibimos tesoros indescriptibles de compasión y
sabiduría.
 
Pero mucho más significante que eso, es que por medio de esa
concentración
practicada por las mentes libres, en una privacidad imperturbable,
que las
realizaciones profundas de la Verdad llegan espontáneamente en
formas
espirituales invisibles para implantar indicios y semillas de fe, y
la
esperanza en la mente de otros. Por lo tanto uno, que está en el
medio de
la excitación del mundo, deseando y sufriendo, ha encontrado
sabiduría y
paz, irradiando desde su ser una serenidad, compasión y sabiduría
que
emancipa e ilumina a los otros. Él ya es un Buda. Siendo uno con el
Buda en
la paz bienaventurada del Samadhi, él irradiará compasión y
sabiduría
hacia este mundo de Saha, de sufrimiento, y el mundo se dirigirá
hacia él
con sus lamentos. Él ha aprendido el secreto de la respiración del
Dharma
– inhalar e exhalar [absorber y trascender] – en un ritmo eterno.
 


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De: Thenard Enviado: 02/06/2010 21:58
6. Esfuerzo Correcto. A medida que uno avanza a través del Camino necesita algo más que Preceptos éticos para guiar y activar su progreso, en otras palabras, necesita ideales espirituales. Para suplir esta necesidad, el Dharma presenta Seis Paramitas o Seis Perfecciones o Seis Virtudes:


(1) Dana Paramita. Uno debe abrigar un espíritu de Caridad inegoísta y buena voluntad que lo impulse a dar regalos materiales para el alivio de la necesidad y el sufrimiento, siendo especialmente considerado de las necesidades de los Hermanos Mendicantes, y siempre recordando que el mayor de todos los regalos es el regalo del Dharma.


(2) Sila Paramita. Ese mismo espíritu de buena voluntad hacia otros, ese sentido claro de su unidad con todos los seres sintientes, lo impulsará primeramente a una mayor sinceridad y fidelidad en mantener los Preceptos por ellos mismos. Después, eso lo guiará a ignorar y olvidar su propia comodidad y conveniencia ofreciendo cada vez que se necesite el regalo más intangible de compasión, simpatía y servicio personal.


(3) Kshanti Paramita. Esta Paramita de humildad y Paciencia lo ayudará a llevar, sin protestar, los actos de otros sin temor, o malicia, o enfado. Lo ayudará a llevar las enfermedades más comunes de la vida, las dificultades del Camino, y la carga de su karma. Lo mantendrá libre de ambos, la exaltación y el desaliento a medida que él encuentra los extremos del éxito o el fracaso, y lo ayudará a él siempre a mantener un espíritu equitativo de serenidad y paz.


(4) Virya Paramita. Este Paramita de sello y Perseverancia no le permitirá a uno que se vuelva indolente, descuidado y variable. No es el principal intento de este Él impulsar o incitar en uno, actos de caridad y propaganda sino que más bien es promover los estados internos mentales, que afectan el control de la mente de uno, logrando la conciencia superior y la compasión. Los resultados de esta conducta no son todos exteriores y aparentes; ellos también afectan los hábitos internos y las disposiciones y con toda seguridad se registran en el karma de uno. Uno no los logra realmente hasta que llegue a ser merecedor de ellos, siendo leal, justo y recto en ambos, la conducta externa y los estados internos de la mente. Por lo tanto uno debe ser merecedor y perseverar, siendo recto, justo y leal, apreciando las ideas correctas, los propósitos correctos, el esfuerzo correcto, las practicas devocionales correctas y los ‘votos’ o promesas solemnes correctos.


(5) Dhyana Paramita. Este Paramita de Tranquilidad, impulsa en uno la práctica de la mente reflexiva y equilibrada. Uno debería siempre mantener su mente concentrada en la tarea que está haciendo directamente, sin distraerse con el pensamiento del plan de acción a tomar o con la ventaja o comodidad egoísta relacionada con eso. Este Paramita frecuentemente lo impulsa a uno a un curso mucho más lejos, diferente de los hábitos viejos competitivos, adquisitivos, y estimulantes de la vida mundana. Uno debe frecuentemente olvidar la comodidad y la ventaja personal, en un esfuerzo para ser verdaderamente compasivo y caritativo. Mientras que uno actúe con motivos compasivos y bondadosos la mente estará consecuentemente imperturbable, y mientras uno no tenga deseos, uno no se perturbará por condición alguna. Mientras que la mente esté libre de deseo, furia, temor y egoísmo, ella descansa en paz. Por lo tanto, la mente deberá entrenarse para estar concentrada en los fines espirituales.


(6) Prajna Paramita. Este Paramita lo impulsa a uno a ceder a las sugerencias de la sabiduría. De modo que hasta ahora nosotros habíamos estado considerando aspectos de la conducta espiritual que estaban más o menos bajo el control de nuestra propia mente, pero ahora, en esta Paramita de la Sabiduría, deberemos finalizar toda dirección de la voluntad y el esfuerzo propio del yo, y permanecer tranquilos en espíritu, deberemos cedernos a un camino sin esfuerzo, un canal libre para el fluido de la sabiduría y la compasión incorporados.

Otra definición tomada de http://en.wikipedia.org/wiki/Parami:

Dāna paramita: generosidad, renunciar a sí mismo
Śīla paramita: virtud, moralidad, conducta propia
Kşānti (kshanti) paramita: paciencia, tolerancia, imperturbabilidad, aceptación, resignación
Vīrya paramita: energía, diligencia, vigor, esfuerzo
Dhyāna paramita: concentración fija, contemplación
Prajñā paramita: sabiduría, discernimiento



Nota de la traductora: [En otras palabras, las Paramitas o Perfecciones o Virtudes son comúnmente seis en número: la caridad, la disciplina, la tolerancia, la energía, la concentración y la sabiduría. Éstas después se expanden a diez, añadiendo: los recursos o expedientes, los votos, el poder y el conocimiento. En la tradición Mahayana se enfatiza el paramita de los expedientes o recursos o las destrezas en los valores, como es llamado indistintamente.]

7. Atención Correcta. Esta etapa del Camino Noble es la culminación del proceso intelectivo y la unión que conecta con el proceso intuitivo. La meta a ser alcanzada es el establecer en uno, el hábito de mirar todas las cosas en su significado e importancia verdaderas y reales, en lugar de discriminar por las apariencias y las relaciones. Esto es completamente diferente y es un avance de las reacciones instintivas de la supervivencia o la voluntad de vivir, para disfrutar y propagar. También es completamente diferente y un avance ulterior, más allá del hábito de considerar las cosas por sus diferencias y relaciones. Los sentidos pueden darle a uno sensaciones y percepciones que la mente baja une, nombra y discrimina, pero ellos tienen poco valor verdadero. Las cosas parecen reales pero ellas no lo son, ellas parecen buenas y malas, grandes y pequeñas, correctas e incorrectas, pero ellas no lo son. Ellas frecuentemente parecen necesarias, pero no lo son. Esta corriente conscientemente discriminatoria de apariencias es sólo la alimentación para que la mente intelectual superior digiera y asimile, con lo cual haciéndolo, lo capacita a uno a discernir con más exactitud la realidad o la falsedad de esas primeras impresiones. Pero las conclusiones de la mente intelectual no son finales porque ella solamente puede llegar al conocimiento de las relaciones de las cosas que pensamos son verdaderas. Si uno debe lograr un estado de alerta intermedio de la Verdad, uno debe también trascender la mente intelectual. Sin embargo, para hacer un uso superior y mucho mejor de la mente intelectual, es necesario primero practicar la “Memoria Alerta”, que es la Séptima Etapa en el Camino Noble. La Séptima Etapa usualmente se traduce como “Etapa Alerta o Consciente”. Consiste en recordar y meditar sobre las conclusiones de la mente intelectual, buscando entender su verdadero significado e importancia.


8. Dhyana [Concentración] Correcta. La Octava Etapa en el Camino Noble se llama en Sánscrito, Dhyana. Es una palabra muy difícil de traducir al inglés por el contenido no familiar de su significado. El término más cercano es “concentración de la mente” aunque en Pali a esta etapa se le llama arrobamiento o éxtasis. Hay, por lo tanto, dos aspectos de ella: el primero es el aspecto activo de la concentración, el segundo es el aspecto pasivo de la realización o comprensión o arrobamiento. Habiendo tranquilizado la mente por la práctica de la Séptima Etapa de Conciencia Alerta, al practicar la Etapa Octava de Dhyana, uno debería sentarse tranquilamente con la mente quieta y vacía pero atenta y concentrada, manteniéndola fija en su esencia pura. Si la atención fluctúa y los pensamientos errantes surgen, uno debe humilde y pacientemente regular la mente de nuevo, una y otra vez, deteniendo todo pensamiento y dándose cuenta de la Verdad misma (comprendiendo).


Al hacer esto, la respiración juega una parte muy importante. La Respiración Correcta consiste en respirar suave, pausada y uniformemente. Pensando como si estuviéramos llenando todo el cuerpo hasta la punta de la cabeza, entonces gentilmente presione hacia abajo hasta el abdomen y deje que el aire salga gradualmente. Comúnmente nosotros pensamos en el curso del aire como en una línea recta, hacia arriba y hacia abajo, pero es mucho mejor pensar de él como en un círculo, siempre moviéndose en una dirección – hacia arriba y así sucesivamente. Entonces, olvidando la respiración, piense en este círculo moviéndose más y más despacio y haciéndose más y más pequeño hasta que llega a descansar en el punto entre los dos ojos, el “ojo de la sabiduría” de los antiguos, entre las glándulas pineal y pituitaria de los modernos. Mantenga la atención allí, realizando su perfecto balance, vacío y silencio.


Al Principio se puede recomendar que mantenga algunos conceptos o pensamientos simples, tales como contar las exhalaciones, o repetir el nombre de Buda, o algún koan que se pueda resolver intuitivamente. Pero evite pensar acerca de ellos, mantenga la mente fija en su esencia pura. En los días primitivos del Budismo, los maestros promovían a sus discípulos el mantener en mente los aspectos aborrecedores y dolorosos del cuerpo, y la naturaleza vacía y temporal de todas las cosas que lo componen; pero en los últimos tiempo en las tierras del Occidente, no se piensa en cosas negativas y repugnantes, sino más bien en el otro extremo, en las cosas bellas y nobles, en las recompensas de la vida, en la sabiduría, la compasión y la pureza, en la intimidad, la bienaventuranza y la paz. Pero, la forma correcta es evitar ambos extremos, manteniendo la mente fija en su esencia pura, e imperturbable por cualquier diferenciación que pueda surgir.


En el curso de esta disciplina, varios efectos psíquicos aparecen – colores, sonidos, visiones, éxtasis, etc., y los principiantes están aptos para llegar a exaltarse o a descorazonarse por ellos, y a medir su éxito o fracaso por su manifestación o por su no-manifestación. Pero esto es un error. Todas estas experiencias psíquicas temporales deben ser ignoradas y olvidadas; ellas solamente son ocurrencias en el camino y se dejarán atrás, a medida que ascendemos hacia la emancipación, la iluminación y la ecuanimidad perfecta. La meta no es el entrar en algún éxtasis o una visión indescriptible; es una Sabiduría perfecta superior, un gran corazón Compasivo, y una Paz bienaventurada. Entonces, cesando todos los pensamientos realizar su calma y silencio incesante.


Las Cuatro Jnanas, o Estados Sagrados
Traducido del Libro 'A Buddhist Bible' página 653; editado por Dwight Goddart, donde dice en inglés "The Four Jnanas, or Holy States".
También, para más información sobre los estados de Jnanas en español, diríjase a: http://www.cmbt.org/fdd/fdd020.htm

1. La Compasión. A medida que la mente progresa hacia la Iluminación, ella llega a estar consciente de un claro discernimiento y una sensitividad en lo que contiene la unidad esencial de toda vida animada, y allí despierta dentro de él un gran corazón de compasión y la benevolencia dirigida conjuntamente a toda la vida animada, armonizando diferencias y unificando todos los dualismos.
2. La Dicha. Con la desaparición de todo el sentido de diferencia entre el yo y los otros y todos los dualismos, el corazón se llena con un gran éxtasis de felicidad y gozo.
3. La Paz. Gradualmente a medida que la diferencia entre el sufrimiento y la felicidad se desaparece, este sentimiento de felicidad y gozo se trasmuta en tranquilidad perfecta y paz.
4. La Ecuanimidad. Gradualmente, incluso el concepto de diferencia e igualdad se desvanece y todas las nociones incluso de felicidad y paz desparecen de la vista, y la mente permanece en la paz bienaventurada de la ecuanimidad perfecta.


 
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