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Profecias: LAS SIETE PROFECÍAS MAYAS
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De: Thenard  (Mensaje original) Enviado: 07/06/2010 21:35
LAS SIETE PROFECÍAS MAYAS



Un Legado de Símbolos, Conceptos y Profecías

Su validez en los albores del Siglo XXI: "El Tiempo del No Tiempo"



Cadena CARACOL – Colombia / Canal INFINITO – Argentina /

Transcripción y Edición de Siete Programas Televisivos
AÑO 1999





ANTECEDENTES:

Los Mayas nos dejaron a nosotros, los habitantes del Planeta Tierra de hoy, un mensaje escrito en piedra, un mensaje que contiene siete profecías –una parte de alerta y otra parte de esperanza-. El mensaje de alerta profetiza acerca de lo que va a suceder en estos tiempos que vivimos, en tanto que, el mensaje de esperanza nos habla sobre los cambios que debemos realizar en nosotros mismos, para impulsar la humanidad hacia una Nueva Era: La era de la mujer, la era de la madre, la era de la sensibilidad. La primera parte de esta historia se la va a analizar y comentar en este programa, amplio y de profundo análisis y consideración de las mismas, porque para comprender éstas en su verdadera dimensión, hay que conocer a los mayas, algo que podrá darse en la medida en que se investigue a fondo, a esta importante cultura.



Todos nosotros –de una manera u otra- sentimos que estamos comenzando a vivir los tiempos del Apocalipsis. Todos sentimos la guerra; guerra por el petróleo, guerra por la paz. Cada día hay más erupciones volcánicas; la polución generada por nuestra tecnología se ha vuelto alarmante. Hemos debilitado la capa de ozono que nos protege de las radiaciones del Sol; hemos contaminado al Planeta con nuestros desechos industriales y basuras; la devastación de los recursos naturales está acabando con las fuentes de agua, con el aire que respiramos. El clima ha cambiado y las temperaturas han aumentado de manera impresionante; los glaciales y nevados se derriten; grandes inundaciones se suceden en todo el mundo; enormes tornados asolaron y pusieron en peligro el Estado de Florida, en los Estados Unidos, y gigantescos huracanes devastaron a Centro América.



Sentimos los terremotos en carne propia; nos amenaza el caos informático, debido al cambio de fecha en el año 2000; la pobreza generalizada a consecuencia del caos y la aguda crisis económica, se siente en casi todos los países del mundo. Todos buscamos respuestas y un camino seguro para estos tiempos que vivimos. Los problemas que enfrentamos a diario, nos permiten reconocer nuestros niveles de insatisfacción, de sufrimiento, de angustia, de conflictos sentimentales y emocionales, que no estamos viviendo en armonía. Muchas religiones elaboraron un sin fin de profecías y, todas ellas, matices más, matices menos, coinciden acerca de lo que está pasando; la Biblia anunció que cuando todos estos hechos comiencen a suceder, al mismo tiempo, debíamos prepararnos, porque seguramente están llegando los tiempos del Apocalipsis.



Los mayas sabían que esto iba a suceder, exactamente en estos tiempos; por eso dejaron unas guías para que cada uno de nosotros –de manera individual- contribuya a llevar a la humanidad hacia el "Amanecer de la Galaxia", a una Nueva Era, y así, podamos salir del caos y la destrucción que nos acosa. Ellos, nos dejaron Siete Profecías en las que hablan de estos tiempos. Sus visiones del futuro, de nuestro presente, están basadas en las conclusiones obtenidas a partir de sus estudios científicos y religiosos sobre el funcionamiento del Universo.



LA PRIMERA PROFECÍA MAYA:



Esta Primera Profecía habla del final de los miedos que vivimos; dice que nuestro mundo de miseria, odio, depredación, esclavitud y materialismo terminará el sábado 22 de diciembre del año 2012. Según los mayas, para ese día, la humanidad deberá escoger entre desaparecer como especie pensante, amenazando con destruir el Planeta o, en su caso, evolucionar hacia la integración armónica con todo el Universo, comprendiendo que "todo" está vivo y consciente, que somos parte de ese "todo", y que podemos existir unidos, en una Nueva Era de Luz para todos, de paz, amor, libertad y respeto por la esencia de la Naturaleza, y en la inmensidad de la Galaxia. Esta profecía afirma que –a partir de 1999- nos quedan 13 años, sólo 13 años para realizar los cambios de conciencia y actitud de los que nos hablan, para desviarnos del camino de odio, destrucción y caos por el que avanzamos, hacia otro camino que abra nuestra conciencia y nuestra mente, para integrarnos con todo lo que existe. Los mayas sabían que nuestro Sol, al que lo llamaban "KINICH AHAU", es un ser vivo que respira, y que cada cierto tiempo, se sincroniza nuevamente con el enorme organismo donde existe, que al recibir una suerte de "chispazo" nuevo de luz desde el centro de la Galaxia, brilla más intensamente, produciendo en su superficie, aquello que nuestros científicos llaman "erupciones solares" y "cambios magnéticos".



Al respecto, los mayas afirman que este proceso de sincronización de nuestro Sol con la Galaxia sucede cada 5125 años. En consecuencia, la Tierra se ve afectada por estos cambios que ocurren en el Sol, reflejándose los mismos, en un desplazamiento o movimiento de su eje de rotación, produciéndose, en consecuencia, grandes cataclismos; para los mayas, los procesos universales como la "Respiración de la Galaxia", son eternos, cíclicos, constantes y nunca cambian; lo único que cambia es la conciencia del hombre que lo hace a través de ellos (de los procesos universales), siempre en un proceso hacia una mayor perfección, más amor. Basados en sus observaciones, los mayas predijeron que, a partir de la fecha inicial de su civilización, desde el 4 AHAU, 8 CUMKU, es decir, desde el año 3113 a.C., este último ciclo evolutivo duraría 5125 años hacia el futuro, o sea, hasta el sábado 22 de diciembre del año 2012. El Sol, al recibir un fuerte rayo sincronizador proveniente del centro de la Galaxia, cambiará su polaridad y producirá una gigantesca llamarada radiante. Para entonces, la humanidad debe estar preparada para atravesar la puerta que nos dejaron los mayas, transformando a la civilización actual, basada en el miedo, en una civilización con una vibración mucho más alta, plena de amor y de armonía. Sólo de manera individual se puede atravesar la puerta que permita evitar el gran cataclismo que sufrirá el Planeta, para así dar comienzo a una Nueva Era, vale decir, "Un Sexto Ciclo del Sol".



Los mayas aseguraban que su civilización era la Quinta iluminada por el Sol (KINICH AHAU), que estuvo viviendo durante el Quinto Gran Ciclo Solar, lo cual significaba que antes habían existido sobre la Tierra, otras cuatro civilizaciones que fueron destruidas por grandes desastres naturales. Ellos creían que cada civilización es sólo un peldaño en el ascenso y la perfección de la conciencia colectiva de la humanidad.



Los mayas creían que durante el último gran cataclismo, la civilización había sido destruida por una gran inundación que dejó unos pocos sobrevivientes, de los cuales, ellos eran sus descendientes, que, conociendo el final de esos Ciclos, muchos seres humanos de esos tiempos, se prepararon para lo que venía, logrando conservar sobre el Planeta, a la especie pensante: el hombre. Nos dicen que el "cambio de los tiempos" permite ascender un peldaño más en la evolución de la conciencia; dirigirnos hacia una nueva civilización que manifestará mayor armonía, sabiduría, comprensión, amor y satisfacción para todos los seres humanos. La Primera Profecía nos habla del "Tiempo del No - Tiempo", un período de 20 años llamado por ellos, 1 Katún, vale decir, los últimos 20 años de ese Gran Ciclo Solar de 5125 años. En otras palabras, este "Tiempo del No - Tiempo" abarca desde 1992 hasta el año 2012. Los mayas profetizaron no solamente que, durante ese tiempo, aparecerían en el Sol, un mayor número de manchas solares mucho más intensas, sino que –a partir del año 1992- la humanidad entraría en un período de grandes aprendizajes, de grandes cambios. Asimismo, ellos aseguraban que nuestra propia conducta de depredación y contaminación del Planeta, contribuiría a que estos cambios sucedieran. La Primera Profecía Maya dice que estos cambios van a suscitarse, precisamente, para que comprendamos cómo funciona el Universo, y, al hacerlo, avancemos hacia niveles superiores, dejando atrás el materialismo y liberándonos de la ignorancia y el sufrimiento. El libro sagrado maya del CHILAM BALAM, dice: "En el 13 AHAU, al final del último KATÙN, el Itza será arrollada y rodará Tanka. Habrá un tiempo en el que estarán sumidos en la oscuridad y luego –los Hombres del Sol- vendrán trayendo la señal futura. Despertará la Tierra por el Norte y, por el Poniente, el Itza despertará."



La Primera Profecía anuncia que 7 años después del comienzo (año 1992) del último KATÚN, es decir, el año 1999, comenzaría una época de oscuridad que nos enfrentará a todos con nuestra propia conducta. Dijeron que las palabras de sus sacerdotes serían escuchadas por todos nosotros, como una guía para despertar. Ellos hablan de esta época como el tiempo en que la humanidad entrará al "Gran Salón de los Espejos". Una época de cambios para enfrentar al hombre consigo mismo, para hacer que el hombre entre al Gran Salón de los Espejos y se mire, que mire y analice su comportamiento con él mismo, con los demás, con la Naturaleza, con el Planeta donde vive, y que se pregunte sobre su relación con Dios. Una época para que toda la humanidad, por decisión consciente de cada uno de nosotros, decida cambiar y eliminar el miedo, el odio y el irrespeto de todas nuestras relaciones; al hacerlo, el hombre entrará a una Nueva Era de paz y armonía.



Los mayas profetizaron que, el comienzo de esa época, estaría marcado por un Eclipse de Sol, el cual, evidentemente, coincidió con una alineación planetaria sin precedentes en la historia. Predijeron que este Eclipse de Sol ocurriría el 11 de agosto de 1999; asimismo, predijeron que, ese año, sería uno de los más movidos de la historia de los últimos 5125 años. Para ellos, ese fue el comienzo de CAUAC, el número maya sagrado 19 que pronostica la tormenta, la nube, el trueno, a la gran transformación que precede el cambio de los tiempos. A partir de esa fecha, 13 AHAU, 8 CAUAC (agosto de 1999), comenzaron a correr los últimos 13 años, vale decir, hasta el 22 de diciembre de 2012; en síntesis, comienza a avanzar el último tiempo del que dispone la humanidad, la última oportunidad para nuestra civilización, los últimos tiempos para realizar los cambios que nos conduzcan al momento de la regeneración espiritual y a una Nueva Era Dorada Planetaria. Para los mayas, absolutamente todo es número; asimismo, afirman que el tiempo de los 13 números sagrados comenzó en agosto de 1999. Ellos predijeron que, a partir de este eclipse, las fuerzas de la Naturaleza actuarían como el catalizador de una serie de cambios tan acelerados y de tal magnitud, que el hombre se vería impotente para contenerlos. La seguridad que tenemos en todos los sistemas y en la tecnología que hemos creado a nuestro alrededor, comenzará a flaquear. Ya no podremos aprender nada más de esta civilización, de la forma cómo estamos organizados socialmente; dijeron que nuestro desarrollo interno necesita un lugar mejor y otra manera de relacionarnos, más armónica, más amorosa y respetuosa entre todos los seres del Planeta, del Sistema Solar y de la Galaxia en su conjunto.



Nuestros científicos contemporáneos confirmaron, justamente, todas las predicciones efectuadas por los mayas, con relación a este "Eclipse Anular". Ellos aseguraron que, justamente, el eclipse de 11 de agosto de 1999, iría a ser muy especial; ese día, la Tierra estuvo en su posición más cercana al Sol, y, la Luna, en la posición más lejana a la Tierra. Por eso, al interponerse la Luna en el camino del Sol, no alcanzó a taparlo completamente y sólo tapó su centro y, desde la Tierra, pudimos ver un anillo de fuego recortado contra el cielo. Además, por la noche de ese mismo día, la cola del Cometa Swift Turttle produjo miles de chispazos de luz –una verdadera lluvia de estrellas-. Estas últimas, también llamadas"Las Perseidas", son una lluvia de pequeños meteoritos que, cuando entraron a la Atmósfera de la Tierra, se vieron como miles de estrellas fugaces. Para terminar las coincidencias entre las predicciones de los mayas y nuestros científicos de hoy, es necesario remarcar que, ese 11 de agosto de 1999, prácticamente, todos los planetas y el Sol se encontraron en la "Posición de Cruz Cósmica" con la Tierra. Frente a la Tierra, la Luna estuvo tapando al Sol, Marte a su derecha, Júpiter y Saturno a la izquierda, Urano y Neptuno estuvieron a sus espaldas. Por su parte, Venus estuvo casi en posición de alineamiento de la "Cruz Cósmica", aunque recién, una semana más tarde, vale decir, el 18 de agosto de 1999, la posición de Venus coincidió exactamente con la posición detrás del Sol, lo mismo que Mercurio. En ese momento, la Luna se había movido a la derecha y estaba en línea con Marte. Ese 18 de agosto de 1999, es el día en el que todos los Planetas del Sistema Solar, a excepción de Plutón, a partir del eclipse que tuvo lugar en la semana del 11 al 18 de agosto, estuvieron perfectamente alineados, formando una "Cruz Cósmica" con centro en la Tierra.



Como una reflexión muy importante para los Astrólogos, en esa Cruz Cósmica, los signos del Zodíaco ocupados por los Planetas fueron: Leo, el león; Escorpio, el águila; Acuario, el hombre; y, por último, Tauro, el toro. Precisamente, esos son los símbolos de los Cuatro Evangelistas, de los Cuatro Custodios del Trono que protagonizan el Apocalipsis según San Juan. En el Apocalipsis, el primer viviente era semejante a un león; el segundo semejante a un toro; el tercero tenía semblante de hombre y, el cuarto, era semejante a un águila voladora. Por lo tanto, este eclipse fue muy significativo, desde el punto de vista religioso cristiano.



Para las antiguas culturas, los eclipses eran un símbolo de cambio en el orden natural de las cosas. Curiosa y sugestivamente, durante este eclipse entre el 11 y el 18 de agosto de 1999, la sombra que proyectó la Luna sobre la Tierra –al eclipsar al Sol- es decir, la Umbra, tuvo un recorrido bastante misterioso. Esta sombra proyectada sobre la faz de la Tierra, atravesó Europa, pasando exactamente por los Balcanes, por Kosovo, para luego proseguir hacia el Medio Oriente, particularmente, Irán e Irak, para finalmente dirigirse a Pakistán e India. Coincidentemente, la oscuridad generada por el eclipse y la consiguiente "Cruz Cósmica" pasó por todos los sitios que, en la actualidad, representan un permanente conflicto potencial en el Planeta. Ese fue otro aviso más de los mayas para que, los hombres y mujeres de hoy, tomemos conciencia de los peligros potenciales ocasionados por nuestros pensamientos de odio y separación.



La cultura, la ciencia, la religión y el arte maya, estuvieron basados en su relación con el Sol. Ellos creían que el Sol era la única manera de comunicarse HUNAB KÚ –el Dios que está en todas partes- su único Dios. Para los mayas HUNAB KÚ es un organismo gigantesco que nos contiene a todos en su interior; ellos afirman que su corazón y su mente están en el centro de nuestra Galaxia, y que sólo a través del Sol, se podían comunicar y dirigir espiritualmente a él. Por eso, su interés fundamental en el Sol, en KINICH - AHAÚ. Sabían que cualquier cosa que les sucediera, les afectaría su vida irremediablemente, y que además, ésta era la única manera de llegar al cielo, a los mundos superiores, a HUNAB KÚ.



Los mayas construyeron sus maravillosas ciudades, sus sitios ceremoniales y sus pirámides al Sur de México, en la Península de Yucatán, Honduras y Guatemala. Allí, dejaron grabados en la piedra, sus "Mensajes del Tiempo", los recorridos del Sol, de la Luna, de Venus, y el camino que debemos recorrer para que la humanidad se dirija hacia el crecimiento y la luz de una Nueva Era, y no hacia el materialismo, la oscuridad y la autodestrucción. El término "Maya" viene de "Mayab" que significa "sitio del Planeta Tierra llamado Yucatán". Para los hindúes (indios), "maya" significa "ilusión"; para ellos, todo lo que cambia es ilusión, en tanto que, lo que permanece, lo que no cambia, lo eterno es el espíritu. Maya también significa "mente", "magia", "madre".



Maya, Maia y María son una misma palabra. Curiosamente, la madre de Buda se llamaba Maia y la madre de Jesús, María. Nuestro mes de mayo lleva ese nombre en honor de la diosa romana Maya, la diosa de la Primavera, del florecimiento. En filosofía esotérica, la palabra "maya" significa: "mente que se libera del cuerpo para moverse a grandes distancias, con plena conciencia de sus actos". ¿Tendrá este último significado algo que ver con la desaparición de casi todo el pueblo maya, en el año 830 d.C.? Desaparecieron de manera voluntaria y consciente, abandonando sus ciudades y sus casas en el momento de mayor desarrollo de su civilización.



La Primera Profecía tuvo su origen gracias a los estudios que hace 1200 años efectuaron los mayas sobre el Sol, estudios que les permitieron descubrir que el Sistema Solar entero se movía, que el Universo tiene ciclos o, si se quiere, períodos de tiempo repetitivos que comienzan y terminan, como el día y la noche. Descubrieron que nuestro Sistema Solar se desplaza sobre una elipse que lo aleja y lo acerca del centro de la Galaxia; en otras palabras, el Sol y todos los planetas se mueven en ciclos en relación con HUNAB KÚ, la luz central de la Galaxia. Encontraron que esa elipse, ese giro completo, ese ciclo que realiza el Sistema Solar, dura 25.625 años. A este ciclo lo llamaron "El Día Galáctico". Cuando el recorrido llega a la mitad, es decir, tras 12.812 años, significa que estamos cerca del Centro de la Galaxia, cerca de la luz, es decir, iluminados, lo cual sucede en el "Día de la Galaxia" . En la otra mitad del recorrido, vale decir, durante los otros 12.812 años, nuestro Sistema Solar está cada vez más lejos de la luz central o, si se quiere, en la sombra, en la "Noche de la Galaxia" . En otras palabras, se podría decir que "hay día y hay noche en la Galaxia"; sucede lo mismo que en nuestro Planeta, pero a una escala mucho mayor, donde cada día y cada noche de la Galaxia, duran 12.812 años.



Los mayas descubrieron también que cada Gran Ciclo contiene, a su vez, ciclos menores que tienen la misma secuencia y las mismas características que los ciclos mayores, sólo que, a diferente escala. Esos días y noches de la Galaxia, tienen a su vez, ciclos menores, como los que suceden en nuestro Planeta. El Día Galáctico de 25.625 años, está dividido en 5 ciclos de 5125 años cada uno. El Primer Ciclo es el "Amanecer o Mañana Galáctica", cuando el Sistema Solar acaba de salir de la oscuridad, para entrar en la luz. Este es un período de gestación, de conformación. El Segundo Ciclo es el "Medio Día Galáctico" donde el Sol Central es muy fuerte, una etapa de desarrollo que culmina en su mayor expresión. El Tercer Ciclo es la "Tarde Galáctica", donde se comienza a sentir menos luz. Luego viene el Cuarto Ciclo, el "Atardecer Galáctico" que se convierte en noche, donde se realiza una toma de conciencia de todo lo hecho. Finalmente, la conclusión del "Día Galáctico", el Quinto Ciclo, la "Profunda Noche Galáctica" que termina dando paso a un "Nuevo Amanecer", vale decir, a otros 5 nuevos ciclos y, así, eternamente.





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