En los momentos de nerviosismo el metabolismo entra en alerta, se produce adrenalina y más tarde cortisol, que son las hormonas encargadas de ayudarnos a pelear o huir. Los mecanismos de defensa son cruciales para sobrevivir en situaciones peligrosas, pero cuando esos mecanismos de conservación permanecen activos por largos períodos son nocivos.


En los hipertensos a la vez de evitar el factor estresante que provoca el aumento de la tensión arterial, la meta del tratamiento anti-stress es preparar al paciente para afrontar las agresiones sin que ocurran las consecuencias metabólicas que llevan al aumento de la tensión arterial.


El stress metabólico ocurre en las personas que además de estar expuestas a stress psicológico heredaron que la puerta de entrada de la energía se encuentre enlentecida. La insulina estimula la captación de energía por las células, cuando el transporte de energía está frenado la insulina aumenta para poder compensar ese enlentecimiento.

El hiperinsulinismo es el mecanismo de defensa que logra reestablecer la entrada de energía, pero si esto continua sin resolución se observará las consecuencias de tener activo un mecanismo de emergencia.


En las personas con stress metabólico se presentan diversos síntomas hormonales por culpa del aumento de Insulina, que a través de la adrenalina y el cortisol, produce que las células arteriales sean más sensibles a la sal, haciendo que se disminuya el calibre de las arterias, produciendo elevaciones de la tensión y retención de líquido.

Los medicamentos anti-hipertensivos no corrigen la causa y de hecho algunos hasta pueden empeorarla, haciendo que la Insulina aumente aún más, favoreciendo la hipertensión y el sobrepeso.


La Insulina alta predispone a la utilización de células musculares como fuente de energía, liberandose el ácido úrico muscular y favoreciendo el almacenamiento de enregía en el abdomen.

En las personas con stress metabólico la Insulina induce que aumente la producción interna de colesterol y triglicéridos que actuan como transportadores de energía y aunque la persona no ingiera muchas grasas en su dieta, el colesterol y los triglicéridos no bajan hasta que se desactive el mecanismo de emergencia.


Mientras encontramos como evitar las situaciones irritantes, estar listo energéticamente en los momentos difíciles se vuelve crucial para mantenernos sanos.