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Salud y Sanación: Masaje Metamórfico
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De: Thenard  (Mensaje original) Enviado: 16/06/2010 21:02
Un encuentro con la vida: masaje metamórfico.Fernando Cavestany

Recuerdo de nuestro querido compañero de viaje John, sí, sí John Lennon, una frase que nunca se me olvidó y que siempre de una manera u otra me acompaña.

La vida es Eso que nos ocurre, que pasa, mientras estamos ocupados haciendo cosas, ¡Que insondable verdad! ¡Que profundo silencio! Profundo silencio que se manifiesta en nosotros y en nuestra naturaleza.

Cuando comulgamos con ella y observamos el encuentro entre la tierra y la semilla, entre el útero y el embrión, entre el que da y el que recibe en el masaje metamórfico; sentimos como va produciéndose el milagro de la metamorfosis. Es un encuentro vital donde no se espera nada en particular y en lo que lo que surge,se acepta como es. La semilla muere a lo que cree que es en ese momento, para poder transformarse en una planta o en un árbol. El embrión muere a lo que también cree que es en ese momento, para dar lugar al ser humano.

Y a nosotros ¿Qué nos ocurre? ¿A qué deberíamos morir en cada momento para llegar a ser quienes somos? A todo aquello que nos impide participar de ese constante proceso vital de aceptación y adaptabilidad. La semilla se transforma en árbol, la larva en mariposa y el embrión en un ser humano.

Y nosotros ¿En qué elegimos transformarnos? La elección es nuestra, y la capacidad para realizarla también. Es precisamente a través de esa elección consciente, cuando decidimos recibir un masaje metamórfico, cuando esa capacidad de transformación se manifiesta en nosotros.

Este masaje se realiza a través de un suave contacto con el paciente, como el que mantiene la tierra y la semilla, en sus pies, manos y cabeza y concretamente en las zonas reflejas de la cabeza, columna vertebral y las caderas, que a su vez se corresponden con la concepción, desarrollo y nacimiento.

Estos lugares por sí mismos nos definen una estructura temporal, siendo ésta, el tiempo que pasamos en el útero materno. Según Roberth St. John, creador de esta propuesta, es precisamente este período cuando las semillas de lo que en un futuro van a ser nuestras características y circunstancias en la vida, quedan sembradas y establecidas, contribuyendo nuestro futuro potencial de transformación, potencial que se irá liberando en la medida en que vamos realizando el masaje metamórfico.

Una de las singularidades de este masaje es la posibilidad de realizarse simultáneamente aquí y ahora, y en el tiempo en el cual esas características semillas, que se van a ir transformando durante el masaje al irse liberando su potencial, fueron sembradas.

Esto es posible gracias a la fuerza vital del paciente que es la que realiza todo el trabajo de transformación, al no estar limitada por el espacio-tiempo, ni la materia.

La función del practicante, sería la de ser un catalizador que asiste al proceso de transformación del paciente. La tierra en su encuentro con la semilla, no le demanda nada en especial, la acepta como es y desde dentro de la semilla surge el poder que la transformará en árbol. Lo mismo ocurre con el embrión en su encuentro con el útero, la madre asiste a su desarrollo dejando que por si sólo se manifieste.

En esta actitud de ser catalizador que tanto definiría la tierra como a la madre en sus respectivos encuentros, es con la que trabajamos en el masaje metamórfico. Es esta actitud respetuosa, desapegada y amorosa desde donde el que da permite ser la que recibe. No tratamos de hacer nada por el otro, ni tan siquiera querer curarle, y que si no podemos reir ni llorar por nadie, cómo prentenderíamos curarle.

Es precisamente en la fuerza vital de paciente,guiada por la inteligencia innata, en donde descalza nuestra certeza, confianza y aceptación,de que la transformación está teniendo lugar.

El masaje metamórfico ofrece el paciente la posibilidad transformarse desde él mismo. En la medida en que pueda hacerse responsable de sí y de su circunstancia actual, todo un proceso curativo profundo o reversible comienza. Y un estado de comprensión y aceptación de lo que pasa le acompaña, mas allá del color y la angustia que muchas veces nos embarga en estos procesos.

Es a fin de cuentas, una propuesta que nos invita a darnos cuenta de la realidad que somos, para ir dejando aquella que creemos ser, que nos invita a llorar y a reír, que nos invita a morir, para finalmente vivir. Ya nos lo dijeron muchas veces, y a mi muy especialmente John, sí, sí, John Lennon: la vida es Eso que nos ocurre...

Fernando Cavestany
Masajista
 
 
¿QUE ES EL MASAJE METAMORFICO?

El principio del masaje metamórfico es reconectar al individuo, gracias a un masaje de los puntos reflejos de la columna vertebral sobre los pies, las manos y la cabeza, con su período prenatal.
De ésta manera se recupera la fuerza vital, energía vital, que fue generada en el período de gestación; los bloqueos de energía pueden ser eliminados, actualizándose el potencial de auto-curación.
Sabemos que el hombre siempre fue considerado por partes para su curación.
En la medicina holística se reconoce que la persona no debe ser tratada como una colección de partes, sino como una entidad viva integral, ya que tenemos dentro nuestro la capacidad de curarnos. La vida es el factor que impregna todas las cosas, y sin embargo está más allá de ellas. Es y actúa como un poder en la materia y la llamamos fuerza vital.
La vida es creación y de la creación nace el movimiento, ése movimiento produce cambios, y es la fuerza vital que alimenta esos cambios a lo largo de la vida. Por eso un estado nunca es permanente, aunque sea lento, siempre hay un movimiento.
Nuestro propio movimiento y nuestra capacidad de cambiar pueden ser obstaculizados, pero toda la fuerza de vida está esperando entre bastidores, lista para conducirnos a un estado de mayor libertad.
El masaje metamórfico deshace cristalizaciones en el tiempo, es decir que trabajamos en el "NO-TIEMPO". El efecto del masaje es placentero, relajante y sin notar o darse cuenta se van produciendo lentamente los cambios, que a veces el paciente no los nota, pero sí su entorno, por ejemplo, un modo de actuar ante los demás, una reacción distinta a la normal, etc.
Es decir que el masaje se manifiesta por una transformación en nuestro comportamiento, nuestra forma de ser.
En los pies reflejan nuestra manera de estar parados en el mundo, como estamos parados sobre él, nuestro equilibrio interno; unos pies que miren hacia afuera indican que se trata de una persona confundida en cuanto a su dirección en la vida, o que nunca está segura del camino a seguir.
Con respecto a los conflictos, refleja en la primer falange del primer dedo, lo relacionado con el padre o con la figura de autoridad, con el derecho de ser él mismo.
Mientras que en el talón encontramos los principios de la madre, problemas con la capacidad de cuidados, la alimentación, la receptividad, entre otros.
Infecciones urinarias, cistitis, gargantas irritadas, sequedad en los pies, hinchazón, callosidades, peladuras, ampollas, sabañones, juanetes, arcos vencidos o sobrealzados, dedos agarrotados, dedos martillo, y muchas cosas más, nos marcan las cristalizaciones en el tiempo que tomaron forma en el físico, y esto se puede cambiar o mejorar con el Masaje Metamórfico.
Autora: Graciela Lleonart
Revista Crecimiento Interior Nº 59, Año 6, Septiembre de 1999


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De: Thenard Enviado: 16/06/2010 21:02
TÉCNICA METAMÓRFICA

Durante los últimos 50 años, el hombre ha sido testigo de una ruptura de los límites de la mente y del uso de su poder, a medida que la psicología y la física le han proporcionado nuevas perspectivas en su comprensión de la realidad. Esto ha posibilitado que dispongamos de mayor información y que se acreciente nuestra comprensión de los misterios del universo. Todo esto, junto con nuestro enfoque de la medicina y la terapia, ha hecho que se avanzara enormemente en los trabajos sobre el cuerpo y la mente como conjunto. Así ha surgido el concepto de medicina holística, la cual considera que una persona no debería ser tratada como un conjunto de partes, sino como una unidad viviente integrada, puesto que dentro de nosotros está la capacidad de autocuración.

Entre estos nuevos enfoques se encuentra la Técnica Metamórfica, la cual incorpora esta cualidad de autocuración, poniendo en práctica una idea que se ha repetido durante siglos. Parece bastante obvio, pero la limitación de la mente tiene dificultad para entenderlo: la vida misma es la gran curadora.

La vida impregna todo, es y actúa como un poder de la materia y a este poder le llamamos fuerza vital. La vida es creación y de la creación surge movimiento: ese movimiento es cambio y es la fuerza vital quien sustenta ese cambio dentro de los diferentes ciclos de existencia, ya sea un árbol, un planeta o un ser humano. No se puede decir que ningún estado sea permanente, siempre hay movimiento que está teniendo lugar lentamente. La Técnica Metamórfica sostiene que incluso más allá de esa fuerza vital, el principio con el que tienen que tratar los practicantes es simplemente la vida.

Podemos hacer una comparación de la vida con el agua, la cual podemos encontrar en forma de hielo, corriente, un río o el mar. Existe continuidad de movimiento en todo momento en estas distintas formas, en los diversos niveles molecular, atómico y así sucesivamente. Sin embargo, puede suceder que el río que discurre cauce abajo, tenga cantos o ramas que impida que fluya. Aún así la realidad del río y su potencial de cambio sigue existiendo por debajo de bloqueos y dificultades. Nuestro propio movimiento y capacidad para el cambio puede encontrarse bloqueada, pero la totalidad de la fuerza vital está ahí esperando, para llevarnos a un estado de mayor libertad.

En la naturaleza la bellota se convierte en roble y una oruga se metamorfosea en mariposa. Del mismo modo, todos tenemos dentro de nosotros la capacidad de hacer y de convertirnos en más de lo que somos actualmente. Nos encontramos limitados por la materia pero tenemos la capacidad de experimentar libertad dentro de esos limites. Tal capacidad es atributo de la fuerza vital, gracias a ella pueden devenir cambios internos, sin que, necesariamente, intervengan factores de imposición externos. Como un instinto, todos los animales incluyendo el hombre, tienen la capacidad de curarse a sí mismos. Los animales salvajes que están heridos, descansan y ayunan hasta que se recuperan, como seguramente hizo el hombre hasta que perdió el contacto con sus instintos. Desde entonces las facultades mentales del hombre han crecido, a menudo en detrimetro de su intuición. Aunque la medicina moderna haya avanzado tanto, debemos tener en cuenta que todavía tenemos dentro de nosotros la capacidad curativa.

La vida es el poder que cura, pero, el uso de ese poder orientado hacia la autocuración, se ha ido atrofiando a lo largo del tiempo. Ahora el hombre necesita un catalizador para entrar de nuevo en contacto con esta capacidad y despertarla. En la técnica Metamórfica, el practicante es un catalizador al igual que lo es la tierra. Cuando una semilla cae en el suelo, la tierra y los elementos simplemente liberan su estructura física; dentro de la semilla está el poder que hace posible su crecimiento. El practicante, como la tierra, libera una estructura que se encuentra dentro del paciente, al igual que la tierra él es simplemente un catalizador. Se produce un encuentro entre la semilla y la tierra, en una relación sin imposiciones. En este trabajo el practicante y el paciente se encuentran y no existen imposiciones ni expectativas.El objetivo de la naturaleza es la fertilidad, y el último objetivo de la vida es realizarse siempre en lo más alto a cualquier nivel. En el hombre existe ese poder que es la vida y su capacidad heredada de plena realización como ser humano. ¿Pero cuál es la estructura que tiene que ser liberada en primer lugar? Existe la creencia en muchas escueLas de terapia y de curación, basándose en la premisa de que la vida consciente comienza con el nacimiento, de que nuestras características actuales se formaron durante la infancia. Sin embargo, desde el momento de la creación de una célula, ésta posee ya una conciencia elemental. Entonces se puede decir que la vida comienza con la concepción, cuando se forma la primera célula.

Durante el período de gestación, los 9 meses entre la concepción y el nacimiento, se establecen nuestras estructuras físicas, mentales, emocionales y de comportamiento. Nuestra vida después del nacimiento, se esboza y está influenciada por este período de gestación, y es esta estructura de tiempo la que tiene que ser liberada. Existen diferentes factores que nos influyen a lo largo de este período de gestación: la manera de ser de nuestros padres, el entorno y la cultura del mundo en el que vivimos, el grado de evolución que el hombre ha alcanzado, junto con influencias cósmicas no materiales. Todo esto da forma a los esquemas de nuestras vidas, que se establecen primordialmente durante este período. Somos, en esencia, la conciencia desarrollada durante la gestación, como resultado de todas las influencias presentes en la concepción.

La Técnica metamórfica se centra en estos 9 meses. Mientras que la tierra trabaja con la estructura física de la semilla, el practicante, como catalizador, libera una estructura que es abstracta, una estructura de tiempo, la del período de gestación.

El resultado de la metamorfosis es visible a través de un cambio en nuestro modo de ser. Nos hace ir de lo que somos, a lo que podemos ser. Hay que dejar que los viejos esquemas desaparezcan para obtener esa libertad y admitir que los síntomas son solamente una manifestación de una parte de la vida y no de su totalidad. Cada uno de nosotros es como debe ser, dentro del nivel de conciencia que hayamos alcanzado y al mismo tiempo nuestra fuerza vital está trabajando para que sea posible el total desarrollo de nuestro potencial como seres humanos. La oruga es perfecta en su estado como oruga y alcanzará otro estadio de perfección cuando se convierta en mariposa.

Extraído del libro: " La técnica metamórfica" de Gaston Saint Pierre y Debbie Saphiro.


 
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