El monstruo del lago Ness.-
Noticias sobre él desde el siglo VI. Se trata de un lago de 40 kilómetros de largo y unos 200 metros de profundidad y aguas muy oscuras por la gran cantidad de turba en ellas. A pocos metros bajo la superficie ya no se ve nada. El lago se formó hace unos 300 millones de años.
En general todos los testigos hablan de un animal con aspecto de plesiosaurio (dinosaurio acuático), de piel lisa y con una longitud alrededor de ocho o nueve metros. Unos lo han visto desde la carretera que bordea el lago y otros desde el castillo de Urquhart en una de sus orillas. Existen supuestas fotos del monstruo, llamado popularmente Nessie, tanto de particulares como de alguna expedición de búsqueda. También se han detectado algunas fotos fraudulentas y otras reales de masas grandes, por sonar, bajo el agua.
Existe una hipótesis según la cual el lago tendría canales que desembocarían en el mar, por los cuales el monstruo desaparecería y aparecería. En contra de su existencia está, sobre todo, el hecho de que su alimentación sería muy difícil por necesitar toneladas de peces que no existen en el lago.
Hubo una expedición en 1972, dirigida por el doctor Robert H.Rines, con equipo de sonar y cámara estroboscópica del instituto tecnológico de Massachussets. En la pantalla del sonar aparecieron pesadas y oscuras señales de un gran objeto en movimiento, y se tomaron fotografías, no muy nítidas por lo turbio del agua. En ellas se ve una especie de aleta, y en otra varios grandes animales. También se detectó, en una expedición de 1954, a una profundidad de 150 metros un gran objeto en movimiento.
Sin embargo otras expediciones, como una de la BBC que empleó 600 rayos de iluminación y tecnología de navegación por satélite, no encontraron señales de Nessie.
El cineasta alemán Herzog realizará próximamente un documental sobre el tema.
En septiembre de 1934 el zoólogo Oudemans recopiló declaraciones de más de 200 testigos presenciales. Entre ellos entresacamos un par de ellos. Está el testimonio de Mary Hamilton, quien paseando por la orilla vio un animal de cuello largo y delgado y cabeza pequeña que nadaba velozmente. Otro testigo sería un estudiante de Edimburgo llamado Grant que lo vio fuera del agua. En concreto en la orilla derecha de la carretera que lo bordea. Él iba en moto y lo vio moverse hacia el centro de la carretera, a unos 20 metros de distancia. Tenía aletas, una cabeza pequeña de tipo serpentino, en el lomo dos pequeñas protuberancias y un cuerpo ancho por detrás y cola gruesa. Su longitud sería unos 6 metros. Lo enfocó con una linterna y describió su piel entre gris oscura y negra. El animal cruzó la carretera y se lanzó al agua. El estudiante le vio sumergirse formando una gran ola.
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Recientemente, en julio de este año 2003, se ha hallado un fósil que podría corresponder a un plesiosaurio, datado en unos 150 millones de años. Lo halló Gerald McSorley que lo llevó al museo de Edimburgo.
Existe una versión china de Nessie, en el lago Tianchi al noreste de China, un lago volcánico en el que no existe en teoría ningún tipo de animal. Últimamente decenas de testigos vieron hasta 20 criaturas de color negruzco, con manchas blancas, retozando a pocos metros de la superficie. Y los estuvieron viendo por espacio de una hora. Entre los testigos estaba el subdirector del departamento forestal de Jilin: Zhang Lufeng. También existe una versión vietnamita y otra africana.
Sea como sea, con este tema está conectada la fascinación que ejercen los dinosaurios sobre la gente. Quizá sea debido a que fueron, como los humanos, una especie dominadora en todo el planeta. Y lo hicieron además por espacio de millones de años, mientras que la especie humana actual sólo tiene miles de años a sus espaldas. Comparados con los dinosaurios, los humanos son unos recién llegados. Y también está el hecho de la posible desaparición de especies aún más poderosas y antiguas, como los dinosaurios, que reflejan el miedo de los humanos ante una posible desaparición paralela, teniendo en cuenta que somos una especie mucho más frágil y joven y que las condiciones para una posible caída de un meteorito, o de cambios climáticos siguen vigentes. Y el paso del tiempo va incrementando las probabilidades.
[Isabel Guzmán]