Fuerte; cuando a tu pena le enseñas a sonreír. Valiente; cuando te sobrepones a tus temores y enseñas a otros a hacer lo mismo. Feliz; cuando ves una flor y agradeces el milagro. Amoroso; cuando tu propio dolor no te ciega para ver el dolor de otro. Sabio; cuando conoces los límites de tu sabiduría. Sincero; cuando puedes admitir que a veces te haces trampa. Vivo; cuando la esperanza del mañana significa más que tu error de ayer. Libre; cuando tienes control de ti mismo y no deseas controlar a otros. Honorable; cuando te das cuenta que tu honor es para honrar a otros. Generoso; cuando puedes recibir tan dulcemente como cuando das. Humilde; cuando no sabes cuán humilde eres. Considerado; cuando me ves tal cual soy y me tratas con naturalidad. Piadoso; cuando perdonas en los demás las faltas que condenas para ti mismo. Hermoso; cuando no necesitas un espejo para aseverarlo. Rico; cuando no necesitas más de lo que tienes.
Y, tú eres tú; cuando estás en paz con quien no eres.