Cada hora del día es clave para tu realización personal, pero no siempre es fácil lograr, pues hay costumbres que impiden tu éxito.
Laura Vanderkam, autora de What The Most Successful People Do On The Weekend, hace ver que es fácil caer en la trampa de desaprovechar el tiempo.
Incluso el fin de semana es fácil dejarlo pasar sin hacer nada productivo o por el cansancio acumulado en la semana. Al caer en esa trampa se pierden oportunidades que ofrece la vida.
Construir una vida de éxito depende mucho de que estés dispuesta a realizar hoy y no esperar hasta que estés menos cansada u ocupada", advierte Vanderkam.
Estas costumbres hacen que no le saques el máximo partido a su tiempo libre.
Impuntualidad
Es una costumbre que además de generarte estrés refleja falta de control, no solo de tus actividades cotidianas, también de tu vida.
Elsa Wolfberg, integrante de la Asociación Psicoanalítica Argentina, dice que esta característica es peculiar en personalidades con baja autoestima, estar en contra de seguir reglas, falta de organización, motivación y exceso de compromisos.
Para superarlo, especialistas recomiendan que reprogrames tus compromisos, considerando siempre un “colchón de tiempo” por cualquier eventualidad. Otra acción es anotar todas tus actividades para definir y respetar el tiempo que les vas a dedicar.
Queja
Este rasgo genera conflictos en tu vida que impiden tu crecimiento y éxito. Esto porque te roba energía y reduce tu creatividad.
La queja refleja insatisfacción y muchas personas evitan este tipo de personalidad. Esto reduce tus oportunidades de conocer más gente u obtener méritos.
Lo mejor es generar empatía, comprender las diversas situaciones y colaborar para avanzar", sugiere Robin Kowalski, profesor de psicología de la Universidad de Clemson en Carolina del Sur, Estados Unidos.
Murmurar
Hablar de los demás te roba el tiempo que puedes dedicar a actividades que te hacen productivo.
Al hacerlo creas una imagen negativa que te quita credibilidad en todos los sentidos de tu vida, ya que es un reflejo de lo que eres, sientes y piensas. Sin darte cuenta terminas perjudicándote.
Enfocarse en palabras constructivas es más edificante, te hace sentir libre y sin culpas. Para superarlo, intenta hacer una pausa cuando estés en tal situación, respira profundamente y piensa en lo que te hace hablar mal de alguien. Poco a poco te darás cuenta de lo inútil que es murmurar.
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