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Arréglate, pero hazlo por ti, porque eres íntegra, porque tienes derecho a usar tacones y minifaldas sin importar quien te silbe por la calle. Tienes el derecho de ser el centro de atención.
Arréglate.
Acuérdate que no eres complemento de nadie. No te llamas ‘consuelo’, ‘placer de una noche’, menos ‘señora de …’.
Arréglate, pero si quieres no lo hagas.
Mereces que te vean despeinada, que te lleven café a la cama y te obsequien flores por la mañana.
El día que te des cuenta de cuánto poder y cuán de importante es el rol de una mujer en el mundo, será el día que abras los ojos.
Sólo piensa… por quién fue engendrado cada hombre en la tierra… Por una mujer.
Respétate. Porque solo tú sabes hasta dónde poner los límites. ‘El hombre llega hasta donde la mujer se lo permite’
Decide. Porque solo tú tienes voz y voto, porque nadie puede influir en tus ideas, porque nadie puede mandar sobre tus actos. Ni siquiera yo.
Deja el conformismo. En cuanto a trabajo, en cuanto a pareja, en cuanto a cualquier cosa.
Mereces más, mereces estar rodeada de gente que te sume, que te haga ser ‘más’.
Sé práctica.
Si algo no está funcionando en tu vida, simplemente… deséchalo.
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