La pandemia mundial originada por la COVID-19
ha dado la vuelta a nuestra sociedad.
Cada país tuvo que implementar sus propias medidas de cuarentena
, adaptándose a la nueva situación. Desde el Journal of Veterinary Behaviour
decidieron estudiar los efectos del periodo de confinamiento inicial de la
población española y sus animales de compañía.
En su estudio explican que les interesaba entender cómo
la relación humano- mascota ayudaba a mitigar los efectos del confinamiento.
Un 24% de los hogares españoles tienen al menos un perro y
el 11% un gato. En los resultados del estudio se aprecia que las
relaciones entre las mascotas y sus dueños fueron vitales.
Sobre todo, para compensar la reducción dramática de interacciones
sociales y físicas entre las personas durante el confinamiento.
Los animales (en especial, los perros) son una genuina fuente
de ayuda para personas con necesidades especiales.
Desde perros guía hasta policía, los canes guardan una estrecha
relación con sus dueños.
Según el trabajo de Journal of Veterinary Behaviour, muchos
de los estudios que se han realizado en esta área se han centrado
en este tipo de escenarios específicos (asistir a personas con
enfermedades específicas, por ejemplo).
Sin embargo, la pandemia ha permitido estudiar a una población
que estaba expuesta a la misma situación social.
Una de las mayores preocupaciones durante el aislamiento
ha sido la soledad de las personas.
Aunque este sentimiento puede dividirse en dos dimensiones, social
y emocional, ambas son importantes en la misma medida.
El estudio ha concluido que los dueños recibieron una parte
sustancial de apoyo de sus mascotas.
Además, según palabras literales del estudio, dicho apoyo
se incrementaba cuando la calidad de vida del dueño
estaba más deteriorada.
Es decir, que el lazo que une a personas con animales se estrechó,
y nuestros amigos peludos nos ayudaron a salir del bache.
Novalife
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