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Ya no habrá un pequeño despertador humano saltándonos encima todas las mañanas, llenándonos de besos
Cuando nos demos cuenta, ya no tendremos la casa desordenada, juguetes en el suelo, paredes con garabatos ni manchas de comida en los muebles
Cuando nos demos cuenta, dormiremos corrido por la noche
Cuando nos demos cuenta, iremos solas al baño, no tendremos que programar un ducha, podremos hacerlo a la hora que queramos sin ningún apuro
Cuando nos demos cuenta, la bulla, los gritos, las risitas y el fondo musical de las canciones infantiles de moda ya no estarán
Cuando nos demos cuenta nuestra galería de fotos recientes, tendrá más fotos nuestras y tal vez alguna de ellos que habrán aceptado tomarse
Cuando nos demos cuenta, podremos comer y cocinar lo que nos guste y no tendremos que pensar cómo presentar un plato alegre para que quieran comerlo
Cuando nos demos cuenta, ya no tendremos que lavar ropa casi a diario
Cuando nos demos cuenta, ya no tendremos que revisar cuadernos, preparar exposiciones y ver pendientes escolares
Cuando nos demos cuenta, nuestra agenda será de actividades solo nuestras
Cuando nos demos cuenta, ellos demandarán espacio y privacidad, ya no tendremos control de sus vidas. Tendremos que confiar en lo que enseñamos y sembramos en ellos
Tal vez la enseñanza más difícil de la vida sea aprender a disfrutar y ser agradecidos con lo que tememos cada día. Toda etapa de la vida es hermosa y valiosa y debemos aprender a disfrutarla aún en los días difíciles.
Me sorprendió como lo explica la Biblia
“Podemos vivir cien años, y llegar a tener cien hijos, pero si no disfrutamos de las cosas buenas de la vida, ni tampoco nos entierran como se debe, yo digo que un niño que nace muerto ha tenido mejor suerte que nosotros
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