OCTUBRE

DIA 24

LEA: Lucas 19-20

En Jerico un hombre pequeno, Zaqueo, es tocado por Jesus, y lo hospeda en su casa, un publicano, odiado es transformado por Dios, porque "El vino a buscar y salvar lo que se habi­a perdido". La parabola de las minas ilustra a los que administran fielmente, seran recompensados, el de 10 gana 10, el de 5 gana 5, pero el de 1 no gana nada, le quitaron para darla al mejor.

El Senor se indigna y se enoja ante la maldad y en engano, esto ensena que los cristianos debemos indignarnos contra el pecado, y la injusticia.  Ensena que la "Casa de Oracion" debe ser un lugar para buscar y adorar a Dios. Hagamos un hogar de oracion, de la Iglesia un refugio para buscar a Dios, para confesar, alabar y adorar. En todo lugar y ocasion esta Dios presente, si lo hacemos en nombre de Cristo con una vida transparente.

Asi­ como Jesus humilde, que llora sobre Jerusalen, hoy llore y ore por su ciudad, testifique con su vida y adore al Senor y deje la tradicion.

Jesus tuvo autoridad para predicar, ensenar y sanar, su vida fue ejemplar, por eso ilustra que los labradores malvados representaban a esa gama de li­deres religiosos que matari­a al hijo del dueno de la finca, o sea Jesucristo. El Senor se sujeta a la autoridad romana y judi­a, al pagar los tributos, pues dijo: "Dad al Cesar lo que es de Cesar y a Dios, lo que es de Dios" Lc.20:25

Jesucristo responde a los saduceos quienes negaban la resurreccion, el caso ficticio de los 7 hermanos que no dejaron descendencia, y les dice que en el cielo no se casan ni se dan en casamiento, pues seran como los angeles. Luego, los deja sin respuesta al decir como es que David le dice: "Dijo el Senor a mi Senor", como Jesus es su Hijo. Y les advierte a cuidarse de los escribas exhibicionistas de los asientos, de ropas y religiosidad.

En si­ntesis: No odie, ni discrimine al que piensa diferente, al extranjero. Sea justo y tenga indignacion por la injusticia. Sujetese a sus gobernantes y cuidese de los li­deres religiosos que hacen de la religion un comercio. Ore y vele por la obra de Dios para que miles conozcan a Cristo, ahora.

OREMOS:

Padre, te adoro, gui­ame a ser justo e indignarme contra el mal.