El año litúrgico
El año litúrgico desarrolla cíclicamente, en espiral, los diversos aspectos del único Misterio Pascual integrándonos de nuevo cada año en la historia de la salvación en sentido ascendente.
El Domingo de Pascua es movible y se fija cada año según la luna llena del equinoccio de primavera. Puede oscilar del 22 de marzo al 25 de abril. Después de este Domingo, el gran Domingo del año, a los 50 días se celebra el Domingo de Pentecostés que concluye la cincuentena pascual. Su preparación, la Cuaresma, da comienzo el Miércoles de Ceniza, 44 días antes del Triduo Pascual que es, por el Misterio de la Resurrección, la fuente de luz que transfigura el año entero en "Año de gracia del Señor" (Lc 4,19).
Las celebraciones en torno al Misterio de la Encarnación, Navidad (25 de diciembre), Epifanía, etc., conmemoran el comienzo de nuestra salvación, y nos comunican las primicias del misterio de Pascua (cf CIC 1168-71). Son precedidas por los 4 domingos de Adviento. El primero, que da comienzo a este tiempo y al mismo Año Litúrgico, coincide con el último domingo de noviembre o el primero de diciembre.
Entre el ciclo de Navidad y el de Pascua y entre éste y el de Adviento, discurre el Tiempo Ordinario (T.O.). En él cada día tiene valor por sí mismo y celebra el Misterio de Cristo en su plenitud, principalmente el Domingo (=el día del Señor), sacramento de la Pascua y día festivo primordial (SC 106).
(Archimadrid.es)
Nina40
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