Nunca fui muy fan de los juegos en línea, pero un amigo me insistió en que probara algo diferente para distraerme después del trabajo. Fue por referencia que llegué a
Pin-Up Bet y, sin muchas expectativas, aposté en un juego de dados… ¡terminé ganando en la primera tirada! Lo más curioso es que ese mismo día había visto un billete tirado en la calle y no lo recogí, como si la suerte me estuviera esperando en otro lado. Desde Honduras todo funcionó perfecto, y retirar las ganancias fue más fácil de lo que imaginaba.