Vivo en un pueblo pequeño rodeado de montañas
En sus empinadas calles resaltan sus casas blancas
Ventanas con negros hierros y zocalos de rocallas.
Tiene su Plaza en el centro donde ves el panorama
de la sierra de las Nieves y el cielo azul que la enmarca.
La Iglesia en todo lo alto donde vez las golondrinas
anidando las fachadas.
Y su campanario erecto con sus sones de campanas.
Si hoy te doblan por los muertos
porque hay fiestas en el pueblo.
Es grande para sus gentes
Una casa con dos puertas,
donde el sol entra a raudales,
Miras al cielo y entonces
que extiendes altos los brazos
y me llena de luz blanca.
Y con ella en mis retinas
me voy despacio a mi cama.
Y este es mi pueblo pequeño
Este es mi pueblo del alma.