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 Una puerta abierta a ti 
 Vencida estoyen tu noche febril.
 Soy esa luna
 que lentamente se desangra,
 soy esa luz que se debate
 entre la libertad del aire
 y la penumbra.
 Pues al sumirme en ti
 como en un sueño,
 he iniciado mi viaje
 por un extraño laberinto
 donde sólo se plasma
 la única imagen tuya.
 Abordo ahora un infinito  tren
 con rumbo conocido,
 el tuyo.
 Divago en tumultuosas calles
 en extranjeros mundos,
 buscándote.
 Soy quien me bebo
 sorbo a sorbo la ausencia
 con la firme esperanza
 de encontrarte.
 Hay una puerta abierta a ti,
 detente en ese umbral,
 quiero saciar la sed
 de esta aventura,
 calmar ese deseo de tenerte,
 de sentirte cotidianamente
 habitando en mi casa,
 abordando mi lecho.
 Detente en esta orilla,
 pasajero de todos mis momentos,
 estación del silencio
 infatigablemente recorrida.
 
 
 Cristina Maya 
 
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