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 PERDÓN 
      
 Asomaba a sus ojos una lágrima y ... mi labio una frase de perdón;
 habló el orgullo y enjugó un  llanto,
 y la frase en mi labio expiró.
 voy por un camino, ella por otro;
 pero al pensar en nuestro mutuo amor,
 yo digo aún: ¿Por qué callé aquel día?.
 Y ella dirá: ¿Por qué no lloré yo?.
 Es cuestión de palabras, y, no obstante,
 ni tu ni yo jamás,
 después de lo pasado convendremos
 en quién la culpa está
 ¡Lástima que el amor un diccionario
 no tenga donde hallar
 cuando el orgullo es  simplemente orgullo
 y cuando es dignidad 
 
 Gustavo A. Bécquer
 
 
 
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