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Espíritu de servicio
Mi vida está en servicio a Dios y a toda la humanidad.
Muchas personas han arriesgado sus vidas al servir a sus países, sus comunidades, sus familias y a toda la humanidad. Dichas personas han mejorado nuestras vidas, aumentado nuestra seguridad, bienestar y paz.
Al contemplar su servicio, mi corazón se llena de gratitud. Digo una oración sencilla: Que cada una de ellas sea bendecida por el Espíritu divino. Que toda persona que ha servido a su nación disfrute de una vida abundante. Al servir a otros servimos a Dios. Dar de nosotros --de nuestro tiempo, energía, amor y comprensión-- en servicio gozoso a alguien que lo necesite, es un acto piadoso que proporciona gran felicidad y satisfacción.
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.--1 Corintios 12:4-5
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