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EL JUEGO DE LA VIDA
Juego de ases es la misma vida el amor, la amistad y hasta el consuelo, un patinar continuo sobre el hielo intentando evitar nuestra caída.
Creyendo que ganamos la partida soñamos que llegamos hasta el cielo, y la espada cruel está en el suelo, la que mata, traspasa y no es vencida.
Oros que se adivinan en las ropas, el rey de espadas es el rey de copas y los bastos, bastones, son bastardos.
¿Cómo ganar al mundo sin espada?, ¿cómo ser sin querer la puñalada de este jardín que se sembró de cardos?.
Y las cartas del juego se adivinan, pues somos cual peatones que caminan sin sembrar en los cardos unos nardos.
María del Mar Ponce López Derechos reservados

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