Mi Noche

Cae el manto inevitable de la larga noche,
el mismo de siempre, el mismo de entonces,
como te perpetúo gitana hechicera,
vieja consejera, siempre fuiste mi leal compañera.

Noche, mi larga noche,
hoy te escribo ausente de reproches.

Belleza inmortal, paisaje titilante,
jardín de estrellas, deleite de los amantes,
posada impresionante de mi luna menguante,
centinela ancestral de mis noches apasionantes.

Noche, mi confidente noche,
guardas mis memorias como anillos de diamantes.

Me siento parte de tu interminable desafío,
siento el latir apresurado de un corazón adolorido,
aprieto mis manos contra mi pecho frío,
presiento que es el latir del corazón mío.

Noche, mi doliente noche,
navegando voy por tu discreto colorido.

Me cubro de sombras en tu mágico manto,
me visto de amores y luego me levanto,
me dibujo en la piel tu estampa bohemia,
y me duermo en el telúrico rincón de los poetas.

Noche, mi inevitable noche,
aquieta mis sueños, aquieta mis voces.

Descanso protegida en tu eterno ritual,
reina pasajera, testigo silente de un fenómeno ancestral,
será de día cuando mis ojos se abran,
y estarán dormidas tus sombras e inertes tus fantasmas.