El amor cuando llega; quebrantando cadenas,
abre puertas de acero desollando cerrojos,
y aglomera de flores a las almas serenas
porque es vado risueño y lagar de sonrojos.

A los nardos perdidos, los jazmina de luces,
nacarando sonrisas deslaguna sus ojos,
y en sus hombros descansan sacrificios y cruces

convirtiendo a la noche en un rojo santuario,
encofrado de besos, macerado de antojos,
con la flama lunera de su manto y sudario.

El amor cuando llega con furor de raíces
se enmadera en las almas con su savia de aromas
encerrando en sus claustros las auroras felices
que descienden del cielo semejando a palomas;

y es amante maestro, creador de ilusiones,
de poemas, de coplas, ¡Corazón de la vida!,
trovador de esperanzas y telar de oraciones.