UN POQUITO DE HUMOR

Si de joven te enamoras
llegando a la edad madura,
cuidado con la cordura
anda contando las horas
que te quedan de dulzura.
Después vendrá la amargura
cuando le pierdas el paso
a quien te lleva de encuentro
por ser todo un monumento
en juventud y estatura.

Cuando tú quieras dormir,
ella querrá ir al baile
y tomar cerveza en balde,
no lo podrás impedir.
Tú tomarás un anís
con la pastilla indicada
para curar el lumbago,
causante de tanto estrago,
por niña tan alocada.

Con su sexy minifalda,
mostrando sus atributos
despierta la admiración
cuando camina contigo
o sube en el colectivo
y tú como su abuelito,
te quedas muy calladito
por las miradas que acechan
a tu querido amorcito.

Si la invitas a cenar,
ella pedirá un manjar
¿Y tú? sopita de pollo.
Estricta tienes la dieta
ni con lomo ni chuleta,
porque si desobedeces
te vendrán palpitaciones
por las tantas emociones
que sufre tu corazón
al haberte enamorado
de una joven...
hasta perder la razón.

Hoy escribo a esos señores
que enamoran jovencitas
para sentirse menores,
queriendo borrar el tiempo
que va dejando sus huellas
en la piel y en las caderas,
lo quieras o no lo quieras.


Mujer de Espuma

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