La cantidad de veces que soñamos y el tiempo que duran nuestros sueños es una verdadera incógnita para muchos de nosotros, pero siempre podemos encontrar indicios de lo que significan o nos quieren anunciar,clasificando las imágenes según sus elementos principales y la forma en que se presentan.

Por otro lado, hay cosas o seres inanimados que se asocian con determinadas cualidades o defectos, las cuales se expresan en nuestros sueños de manera singular, añadiéndole las características del imaginario general con nuestras propias expectativas y temores.

En el caso de las flores, estas delicadas especies vegetales nos remiten a la belleza femenina y al romanticismo, por lo cual son el obsequio perfecto para conquistar a la chica motivo de nuestros suspiros. Pero cuando se manifiestan en el inconsciente, la lista de significaciones puede ser aún más extensa.

De manera general, soñar con flores también puede remitir a la belleza, amor, sensibilidad, amabilidad, compasión y felicidad. Ahora bien, cuando soñamos con flores de diferentes tipos, tamaños y colores -más aún si las cogemos- significa que se viene una buena racha y que empezaremos a experimentar fortuna económica. Y si las estamos plantando, quiere decir que reconocerán el esfuerzo en nuestro trabajo.

Soñar que otra persona está atando un ramo de flores representa que nos aguarda una sorpresa que nos hará muy felices. Si las vemos creciendo en un jardín es señal de que será un tiempo de alegrías y grandes satisfacciones, a menos de que sean blancas, en cuyo caso simbolizan la tristeza. Pero si somos mujeres y soñamos que nos obsequian flores distintas y coloridas, estas harán referencia a una gran cantidad de admiradores a nuestro alrededor.

Por otro lado, soñar con flores marchitas es indicativo de que no hemos sabido emplear todo nuestro potencial y de que enfrentaremos decepciones por ello. Si en el sueño observamos cómo se marchitan las flores, entonces seremos víctimas potenciales de una fuerte enfermedad. Y si las vemos en un terreno sucio y baldío, significa que afrontaremos una gran prueba pero que saldremos airosos de ella gracias a nuestra energía y carácter.