"El discípulo que desea poseer las mismas cualidades que su Maestro, se esfuerza en identificarse con él. De este modo establece entre su Maestro y él un verdadero vínculo mágico y, gracias a este vínculo, comienza poco a poco a parecerse a él. Quizás no físicamente – aunque también es posible; con mucha voluntad, fe y tiempo, es posible – pero internamente, recibe la sabiduría y la luz de su Maestro. Así pues, la verdadera magia para el discípulo es tratar de identificarse con su Maestro para alcanzar los tesoros contenidos en el alma, el corazón, la inteligencia y la voluntad de su Maestro, y que todos estos tesoros se derramen sobre él. Y el Maestro acepta, porque no siente otro deseo que compartir lo que posee. Y si ve que uno de sus discípulos puede llegar más lejos que él, su Maestro se alegra. Dice: «Es mi hijo. ¿Es mejor que yo? Tanto mejor, ya que yo soy su padre.» Y la vista de este hijo le llena de orgullo."
"El discípulo que desea poseer las mismas cualidades que su Maestro, se esfuerza en identificarse con él. De este modo establece entre su Maestro y él un verdadero vínculo mágico y, gracias a este vínculo, comienza poco a poco a parecerse a él.
Y el Maestro acepta, porque no siente otro deseo que compartir lo que posee. Y si ve que uno de sus discípulos puede llegar más lejos que él, su Maestro se alegra. Dice: «Es mi hijo. ¿Es mejor que yo? Tanto mejor, ya que yo soy su padre.» Y la vista de este hijo le llena de orgullo."