| . |
SANTA ÚRSULA LEDÓCHOWSKA. Nació el año 1865 en Loosdorf (Austria), de familia noble y muy religiosa. Entre sus hermanos, María Teresa, fundadora de las Claverianas, fue beatificada por Pablo VI, y Vladimiro fue superior general de la Compañía de Jesús. En 1883 la familia se trasladó a Polonia. A sus 21 años, entró ella en las Ursulinas de Cracovia. Destacó por su amor al Señor, su talento educativo y su sensibilidad ante las necesidades de los jóvenes en las difíciles circunstancias de su tiempo. Con la bendición de san Pío X, emprendió, en medio de grandes dificultades, su trabajo apostólico en Rusia, Finlandia, Suecia y Dinamarca. Durante su estancia en Escandinavia, trabajó en la promoción del compromiso ecuménico. Con la aprobación de la Santa Sede transformó su convento en la nueva congregación de Ursulinas del Sagrado Corazón de Jesús Agonizante, centrada en la contemplación del amor salvífico de Cristo y en la labor educativa y de servicio a los indigentes. Murió en Roma el 29 de mayo de 1939. Juan Pablo II la canonizó el año 2003.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
Del Libro de Nehemías: «Este día está consagrado al Señor, vuestro Dios. No estéis tristes ni lloréis» (y es que todo el pueblo lloraba al escuchar las palabras de la Ley). Nehemías les dijo: «Id, comed buenos manjares y bebed buen vino, e invitad a los que no tienen nada preparado, pues este día está consagrado al Señor. ¡No os pongáis tristes; el gozo del Señor es vuestra fuerza!» (Neh 8,9-10).
Orar con la Iglesia:
Glorifiquemos a Cristo, el Señor, que nos envió y sigue enviándonos desde el Padre al Espíritu Santo, y supliquémosle diciendo: Señor Jesucristo, danos tu Espíritu.
-Que tu palabra, oh Cristo, habite entre nosotros en toda su riqueza, para que te demos gracias con salmos, himnos y cánticos inspirados por el Espíritu Santo.
-Tú que por medio del Espíritu Santo nos hiciste hijos de Dios, haz que, unidos a ti, invoquemos siempre a Dios como Padre, movidos por el mismo Espíritu.
-Señor Jesús, haz que obremos guiados por la sabiduría recibida de tu Espíritu, y que realicemos nuestras acciones a gloria de Dios.
-Tú que eres compasivo y misericordioso, concédenos estar en paz con todo el mundo.
Oración: Te pedimos, Señor nuestro Jesucristo, que nos envíes tu Espíritu, para que haga morada en nosotros y nos convierta en templos vivos de la santísima Trinidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
|