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LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA. Seis meses antes de la Natividad del Señor celebramos la de su Precursor. Refiere San Lucas que Isabel era estéril y que tanto ella como Zacarías eran de edad avanzada. Pero un día en que él oficiaba en el templo de Jerusalén, se le apareció un ángel que le dijo: «Tu mujer te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan». Tiempo después, en la Anunciación, el ángel Gabriel dijo a María que su pariente Isabel estaba en el sexto mes de embarazo. María marchó presurosa a Ain Karem, entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír ésta el saludo de María, saltó de gozo el hijo que llevaba en su seno. Cuando se le cumplió el tiempo, Isabel dio a luz un hijo, de quien profetizó su padre: «Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos». Juan vivió en el desierto hasta el momento de empezar su predicación. De él dijo Jesús: «Entre los nacidos de mujer, ninguno mayor que Juan Bautista».
- Oración: Oh Dios, que suscitaste a san Juan Bautista para que preparase a Cristo, el Señor, un pueblo bien dispuesto, concede a tu familia el don de la alegría espiritual y dirige la voluntad de tus hijos por el camino de la salvación y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
PARA TENER EL ESPÍRITU DE ORACIÓN Y DEVOCIÓN
Pensamiento bíblico:
En aquellos días, dijo Pablo: -Según lo prometido, Dios sacó de la descendencia de David un salvador para Israel: Jesús. Antes de que éste llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: «Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias. Hermanos: A vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación» (Hch 13,23-26).
Orar con la Iglesia:
Acudamos confiadamente a Cristo, que envió delante de él al Bautista a preparar sus caminos.
-Tú que hiciste que Juan saltara de gozo en el vientre de Isabel, haz que nos alegremos siempre de tus visitas.
-Tú que, por la palabra y vida del Bautista, nos has señalado el camino de la penitencia, convierte nuestros corazones a la observancia de tus mandatos.
-Tú que quisiste ser anunciado por boca de hombre, envía al mundo heraldos de tu Evangelio.
-Tú que quisiste ser bautizado para que se cumpliera todo lo que Dios quería, haz que nos esforcemos en el cumplimiento de la voluntad divina.
Oración: Bendice, Señor, a tu pueblo que, confiando en la intercesión de san Juan Bautista, te ha expuesto sus buenos propósitos, y concédele cuanto te ha pedido con fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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