Limpia las patatas y ponlas a cocer (a fuego medio) en una cazuela con agua durante 20 minutos. Pélalas, córtalas a tu gusto y fríelas brevemente en una sartén con aceite para que se doren.
Retíralas a un plato forrado con papel absorbente para que escurran el aceite. Pásalas a una fuente y sálalas con un poco de sal gruesa.
Pon el tomate en una cazuelita, agrega la salsa picante y deja que reduzca durante 3 minutos.