La Historia de la Encantadora Chum
Un perro merecedor de la Cruz Victoria fue Chum, una entrañable sealyham terrier dotada de gran talento escenográfico en sus días de juventud e incasable en sus actuaciones frente a un público atento. Chum fue uno de esos perros que simplemente encantaba a los espectadores con cualquier tipo de truco o juego. Como parte de su repertorio de interpretaciones podía hacerse la enferma, escribir una carta, reír con un buen chiste, rezar y rodear con el brazo la cintura de un gato, que además, se dejaba «bañar» por su atenta compañera. Al concluir la actuación Chum se sentaba y “aplaudía”, sin duda felicitándose por su propia inteligencia.
En 1929 Chum llevó a cabo la hazaña que le hizo ganar el galardón, a costa por desgracia de perder la visión de un ojo. Chum vivía en la localidad de Southsea y una noche, alrededor de la 1:00 AM., sus propietarios se despertaron al oír arañazos en la puerta del dormitorio. Al darse cuenta del olor a quemado bajaron rápidamente y vieron que la planta baja de la casa estaba ardiendo y envuelta en un denso humo. El amo de Chum corrió hacia la calle para avisar a los bomberos pero por culpa del humo su esposa no pudo seguirle y en lugar de salir volvió a subir a la planta de arriba, se encaramó a una ventana y echó a andar por una estrecha repisa hacia la casa de al lado.
En la confusión que siguió, con los bomberos, las bombas, las mangueras y los curiosos, nadie vio a la perra, pero como la habían visto fuera de la casa se daba por hecho que estaba a salvo. Un rato después, cuando los bomberos pudieron acceder al piso superior del domicilio encontraron a un sealyham cubierto de cenizas y sentado pacientemente junto a la cama de su dueña. Al parecer, Chum había abandonado la casa pero había vuelto al dormitorio sorteando las llamas para buscar a su ama y al encontrar la estancia vacía se había sentado esperando su regreso.
Chum había sufrido quemaduras graves en las orejas y la cabeza y había perdido la visión de un ojo a consecuencia del incendio pero gracias a los atentos cuidados de sus dueños logró sobrevivir. A partir de entonces las actuaciones de Chum sufrieron cambios forzados por las circunstancias.
Su fotografía apareció varias veces en la prensa junto a las de otros perros premiados por su coraje en exhibiciones de toda Gran Bretaña, donde el interés que mostraba el público por los perros que habían realizado hazañas era tan grande que los certámenes disponían de una sección aparte donde los asistentes podían conocer en persona a los héroes caninos.