En el año 1992, el arquitecto Nikolai Sutyagin empezó a construir una pequeña casa de madera, en la ciudad rusa de Arkhanglesr. Hoy, 17 años después, aquella pequeña casa de dos plantas es la edificación de madera más alta del mundo. 13 pisos y 44 metros de altura, la mitad de la altura del Big Ben londinense.