La sexomnia se hizo famosa en el 2005, cuando un señor acusado de violar a una mujer que dormía con él, apareció con una extraña defensa: lo había hecho dormido. La cosa es que el hombre tenía una historia clínica que incluía paseos nocturnos y llegaron a la conclusión de que tenía sexomnia y, por lo tanto, no había estado conciente de lo que hizo. Recién se despertó con los gritos de la chica en plena violación.
En cualquier caso, más allá de la inocencia o culpabilidad de este hombre, la sexomnia salió de la oscuridad nocturna y apareció en los medios. Existen desórdenes del sueño que van desde el sonambulismo de los que caminan mientras duermen hasta los que comen mientras duermen y la sexomnia no es esencialmente diferente.
Lo curioso es que un sexomne es capaz de mantener una relación sexual completa sin tener ninguna conciencia de lo que hace y luego, cuando se despierta, no recordar absolutamente nada. Lo peculiar además es que, explican los especialistas, si habitualmente los sueños sexuales suceden en una fase del sueño en la que el cuerpo está inhabilitado de moverse, la sexomnia sucede en una fase diferente y por eso la posibilidad de llevar adelante la relación. Si no hay nadie a su lado en la cama, el sexomne seguramente optará por masturbarse.
Además el sexomne, parece, suele ser un poco violento. No porque vaya a pegarle una piña a nadie, pero sí porque pone demasiado énfasis en sus movimientos. Sin darse cuenta, puede hacerle daño a otro o a sí mismo.
En general quienes lo padecen no se sienten orgullosos. Un hombre mantenía relaciones con su mujer en esta modalidad casi todas las noches y para ella la cosa resultaba bien, hasta que una vez el marido empezó a roncar en plena faena... Y una señora sexomne que hizo lo propio con su marido, se despertó en la mitad del asunto, se enojó y lo acusó a él de haberla penetrado mientras dormía. Ya ven, es un poco raro todo.
Pueden resultar graciosas las anécdotas, pero para el que está durmiendo con un sexomne la situación a veces es agresiva y para el que la protagoniza es bastante angustiante no tener idea de qué es lo que estuvo haciendo o por qué, sin contar la posibilidad de dañar a una persona amada y tener la sensación de no poder evitarlo. Algunos matrimonios en medio de esta confusión, llegan a separarse. Otros, por suerte, se enteran de que es un trastorno del sueño, como el sonambulismo y que se puede tratar.