Ya mañana es el día de los enamorados
que hermoso día, pero yo creo que ese día
debería de celebrarse todos los días.
Porque al amor hay que festejarlo todos los días
de nuestras vidas. ¿Y el resto del año qué?
Hasta a eso nos limitamos, es como una incapacidad,
de un breve recuerdo, ¿hoy flores y mañana qué?
Hasta donde llega la hipocresía,
se piensa que el amor se demuestra
con una cajita de chocolates
que hay veces llega desnutrida…
¿Y que de los regalitos?
¡Después de un largo año
de ingobernabilidad, dolor
y hasta hay veces de castigo…
por lo ingrato que somos!
Muchos de nosotros no tenemos
ni la mínima idea de que se trata el amor,
muchos concedemos que un título de propiedad,
nos da el derecho a pormenorizar
a aquella que juró amarnos tanto…
Y las tratamos como un pedacito de carne
a quien se les utiliza cuando nos da gusto en gana.
Sí, hasta donde ha llegado la hipocresía,
saben el amor, ni se compra, ni se vende…
El amor es una transcendencia del alma
y también del espíritu, entre dos seres humanos…
Pero nos limitamos, y cuando no, nos conviene
salimos corriendo como alma que ha visto al diablo…