Pulverizando todas las marcas previas, Glenn Suter, a bordo de
un cómodo sofá de living-comedor, pero equipado con un potente
motor Suzuki de 1.400cc, rompió todos los récords de velocidad
en la "categoría". Sí, leyó bien, amigo de Noticias Locas. Un sillón,
que cualquier ser humano usaría para descansar, ver TV o
dormir una siesta, es el protagonista de este absurdo récord. El sofá doble fue modificado por un mecánico, quien le añadió
ayudar a la aerodinamia y colocar un volante, sino que también
sirvió para decorar el extraño vehículo con un recipiente lleno de
frutas frescas. "Estaba seguro que iba a alcanzar la marca y conseguir el récord", declaró Suter, el conductor que aceleró su sillón a 163,12
kilómetros por hora. "Estoy orgulloso porque el sofá respondió
bien", continuó. "El motor se sintió muy fuerte debajo del sofá en
la pista. Y esa sensación es algo fantástico", concluyó el corredor, poseedor del nuevo récord mundial.