Es un cielo candente,
refulgentemente iluminado
con el candor de sus
niñas las estrellas,
poéticamente decorado
por el firmamento espacial
reflejándose en mi interior
con centellas 
de tu amor.
Es la majestuosidad de la luna,
en la oscuridad espacial silenciosa,
pulcramente revestida por el
encanto de los duendes mágicos
del más allá infinito
que enciende mi alma
con centellas 
de tu amor.
Es el encanto sublime 
de la naturaleza cándida
en su máxima expresión,
revestida en el marco
de sus criaturas vivientes
que en los albores 
del espejismo amoroso,
me transportan al más allá
de lo imprevisible
con centellas
de tu amor.
Es que,
en el encanto de la creación 
la magnanimidad de Dios
se cristalizó
en la creación de 
los ángeles del amor,
que en el refulgir de
las tormentas,
apaciguan mi existir
con centellas
de tu amor.
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