Una historia de amor absoluto, para compartir!
En otra vida Jaime... En otra vida...
Jaime llegó a la puerta de casa -o lo dejaron- hace un par de años...
Llegó todo roto, sangraba por la boca, tenia gran cantidad de gusanos en sus cuarto...
s traseros y sus patas fisuradas, y un golpe en la cabeza. O un auto le pasó por encima, o le dieron una golpiza feroz.
Varios viajes a la veterinaria, evidenciaron que Jaime no era un tipo facil: muerde, gruñe, muerde, ladra, muerde, amenaza, muerde... Es un viejo terrible.
Un tiempo corrió por el parque, a duras penas, pero pronto fue perdiendo movilidad... Toda. Luego de placas, remedios, estudios, la respuesta fue una sola: "Es muy viejo, no da más. No tiene ninguna posibilidad de cura, ni posibilidad de mejora". Obviamente, se sugirió lo que para muchos es lógico: había que sacrificarlo... Una vez más en mi vida, hice lo contrario a lo aconsejado. Lo llevé a casa, y tuve una charla con él a solas, mirándolo a los ojos... Y él eligió. Hoy lleva una vida que no es la óptima, pero vive al fin. Usa pañales por su incontinencia, come como una piraña, (o dos pirañas), toma sol en el parque a partir del medio dia cuando no hace tanto frío, al lado de potrillo Huesito, y duerme en el living de casa, junto a Moni y Lola, su contemporánea, un poco menos vaqueteada. A veces pienso, hay tantos perros como Jaime, en su estado, Jaime no es el único, seguro. Pero Jaime es MI JAIME, mi amigo. Cuando llego a casa, él no para de llorar hasta que me acerco. Le hago masajes, y cuando mi mujer se acerca, le gruñe, le gruñe!, como diciendole: "tomatelas, esto es cosa de machos, esto es entre amigos". Cuando él se duerme, siempre con ceño fruncido, me lo quedo mirándo y pienso: ¿cómo habrá sido de joven?, ¿habrá tenido un dueño?, ¿una casa?, ¿cachorritos?... Cómo me hubiera gustado conocerte de joven, con ese carácter de mier... que tenes!!! Que tristeza, que tristeza que a mi solo me toque tu vejez, y no poder llevarte a correr, o a pasear en la caja de la chata, ladrándole a todo lo que se mueva... Que tristeza tan grande Jaime... Por eso, hoy me acerque sigiloso, mientras te dormias... Trate de no despertarte, esperando que me escuches en sueños, y te dije: EN OTRA VIDA JAIME, SEGURO, EN OTRA VIDA!!! TE QUIERO JAIME! Esta historia, está escrita por Gus, quien tiene un refugio con alrededor de 200 animales, que mantiene solo. Es un ser lleno de luz y de amor. Y esperamos que su carta, inspire a mucha gente, a tener como compañeros a muchos JAIMES...