"Su origen."
Actualmente en España, es tradición degustar un delicioso dulce
entre los días 5 de enero e inmediatamente siguientes: el llamado Roscón de Reyes.
Hoy en día se asocia la tradición a los Reyes Magos de Oriente pero,
como veremos a continuación,
su origen no tiene nada que ver con ellos.
La tradición de este dulce se remonta a los tiempos del Imperio Romano,
entonces eran tortas dulces que se repartían para que las comiera
gente más pobre y de la servidumbre, aquél que encontraba el haba que se escondía
en su interior era tratado como un rey durante todo el resto del día.
A partir del siglo III después de Cristo, esta tradición del dulce llega a Francia
y España asimilada por el cristianismo. En el primer país el niño
que encontraba el haba era colmado de regalos y mimos.
"El Roscón español."
En España, desde entonces, se esconde el haba (que originariamente era el único objeto
en su interior y daba suerte al que lo encontraba) y además una figurita.
El comensal que encuentra el haba paga el roscón
y el que encuentra la figurita es coronado rey por un día y tendrá suerte.
Este dulce con forma de rosca es esponjoso y tierno.
Se hace con harina, levadura, leche, huevos, agua de azahar, margarina,
azúcar y sal principalmente, aunque se pueden añadir otros ingredientes,
como el anís o cualquier aromatizante, al gusto.
La decoración es otro de sus puntos fuertes ya que le da un aroma impecable,
un sabor más atrayente y un colorido vistoso. Para la decoración y
aromatización se usa naranja natural con piel, ralladuras de limón,
frutas confitadas (guindas, calabaza...), azúcar glasé y almendras laminadas.
Dicen que la fruta confitada, de color rojo y verde,
es el símbolo que representa las gemas
y esmeraldas que los Reyes de Oriente llevaban en sus túnicas.
Esa receta y este manjar son actualmente del dulce típico e inconfundible
para estas fechas en España. Suele gustar a todo el mundo por su variedad:
sin relleno o relleno de nata, crema pastelera, chocolate, trufa...
Hay que decir que el clásico es sin relleno o relleno con nata
pero que con el tiempo van surgiendo cada vez más y más variedades.